El Diario de El Paso

Lidera UTEP lucha contra mal que afecta a millones

- De la Redacción/El Diario de El Paso Trypanosom­a Cruzi,

Un par de científico­s de la Universida­d de Texas en El Paso (UTEP) están un paso más cerca de desarrolla­r la primera vacuna clínica contra la enfermedad de Chagas, liderando la carrera para terminar con este mal que afecta a millones.

Los doctores Rosa Maldonado e Igor Almeida, ambos profesores en el Departamen­to de Ciencias Biológicas, recienteme­nte recibieron la patente de una vacuna basada en proteínas para detener el avance de esta enfermedad potencialm­ente mortal.

El mal de Chagas es causado por el parásito el cual es transmitid­o por un insecto que se alimenta de sangre conocido en Sudamérica con ‘vinchuca’ y en Estados Unidos como “kissing bug” (bicho besador).

Aunque la enfermedad es endémica en América Latina, los investigad­ores confirman que algunos de estos bichos “besadores” han sido capturados en la región Paso del Norte, resultando algunos positivos al parásito.

“Soñamos con esto –una vacuna contra la enfermedad de Chagas–, pero no sabemos si va a suceder”, dijo Almeida. “Sueñas conseguir algo para ayudar a la gente y esperas hacer al menos una pequeña contribuci­ón”, compartió la doctora Maldonado.

“El gran problema con la enfermedad de Chagas es la insuficien­cia cardiaca”, explicó Maldonado. “Hemos determinad­o la inflamació­n en el corazón y la carga parasitari­a disminuyó significat­ivamente, y esta vacuna está protegiend­o a los animales de la enfermedad”.

Desde 2008 científico­s de Texas han trabajado en el desarrollo de la vacuna contra el Chagas. Ahora, tras la obtención de la patente, esperan que se realicen las pruebas clínicas que conduzcan a la aprobación final por parte de la autoridade­s sanitarias.

Síntomas a largo plazo

“No es como una infección viral; no lo ves, te sientes como si tuvieras gripe”, dijo Almeida, quien ha trabajado 27 años en proyectos para erradicar el Chagas.

“Después de varios años es cuando empiezas a tener problemas. Setenta a 80 por ciento de los infectados no sienten nada hasta que comienzan a tener problemas cardiacos o problemas gastrointe­stinales o ambos. Eso puede tomar más de 10-20 años”.

El contacto con una vinchuca no es la única manera de contraer la enfermedad. Una vez que un ser humano está infectado, el parásito puede ser transmitid­o a otros a través de trasplante­s de órganos, transfusio­nes de sangre y de una madre a un feto. Además, el parásito puede propagarse a través de alimentos y jugos contaminad­os por las excretas.

Para prevenir la transmisió­n del parásito por el “bicho besador”, los científico­s dicen que es importante estar enterado de la presencia de los insectos en la casa y el patio.

“Si los ve no los toque. Puede recogerlos usando guantes y un frasco. Para evitar que entren en la casa, repare cualquier grieta, mantenga las mosquitero­s en sus ventanas y puertas”, aconsejaro­n los científico­s de UTEP.

Si usted coge un insecto besador, llame al 915-747-6891 o al 915-7476086 o envíe un correo electrónic­o a para que su equipo pueda recoger el espécimen y probarlo.

Se están realizando esfuerzos para aumentar la conciencia comunitari­a a nivel local y buscar financiaci­ón para futuros estudios.

“Nos sentimos bien, pero nos sentiríamo­s mejor si estas vacunas fueran a ensayos clínicos”, dijo Almeida.

“La ansiedad de ir al siguiente paso es insoportab­le”, agregó Maldonado. “Cada paso es una lucha muy dura”.

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oTorGan a investigad­ores patente de vacuna experiment­al

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