Con yoga, llevan a Perú en alto el nombre de El Paso
Delegación de 14 paseños participa en encuentro mundial en Cuzco
Concretar un sueño es fácil, siempre y cuando se trabaje para alcanzarlo. Hace un año, Nashyelli Hernández –conocida entre sus seguidores como Nash Elena– participó en un encuentro internacional de yoga en Cuzco, Perú, la antigua capital de los incas.
Hace unos días, la yogui y dueña de un estudio local de esta disciplina holística –que combina la actividad física con la evolución espiritual– regresó de su recorrido, en el que tuvo la oportunidad de visitar la zona arqueológica de Machu Picchu, considerada como el último bastión del Imperio incaico.
Pero esta vez, regresó acompañada, liderando un grupo de 14 paseños que participaron junto con visitantes de diferentes partes del mundo, compartiendo energía y experiencias en un lugar considerado por muchos como místico.
“El evento fue el Festival de Yoga, que se llevó a cabo del 16 de junio al 18. Nosotros llegamos un día antes y regresamos un día después para poder disfrutar de todos los festivales que Perú organiza en el mes de junio”, dijo Nash Elena.
La fundadora del estudio Aerozen, ubicado en el lado Este, explicó que todos los días, las calles de Cuzco se convertían en una gran fiesta en la que los visitantes eran considerados como “invitados de honor”.
“Para mi fue una oportunidad de conocer y entender a la gente de Perú. Aunque somos latinos, la influencia inca puede sentirse. Perú nos dio la oportunidad de compartir el yoga con magníficos instructores”, dijo el doctor José Prieto, uno de los estudiantes regulares de Aerozen.
“El yoga realmente nos unificó. Todos exploramos el impacto que el yoga y la conciencia pueden tener en el mundo”, añadió el pediatra al reflexionar sobre su viaje. Para la instructora, el llevar a un grupo significa la concreción de una visión que tuvo en febrero de 2016, cuando estuvo por su cuenta en Machu Picchu, lugar que siempre quiso experimentar porque tenía un fuerte significado en su vida.
El viaje realizado hace unas semanas al Perú es apenas el comienzo de una nueva etapa que espera desarrollar poco a poco.
“El año que entra vamos a costa Rica. Quiero ir a diferentes lugares de Latinoamérica cada año”, expresó Hernández.
Motores de vida
Combinar su pasión por la yoga y cumplir con su sueño de convertirse en dueña de su propio negocio han sido dos de los motores que han guiado la vida de Nashyelli Elena Hernández.
Aunque desde niña practicó la actividad física –participando en competencias de atletismo–, fue en la yoga donde encontró el balance que buscaba y por eso decidió dedicar su vida a profundizar en esta disciplina y convertirse en instructora. Posteriormente, conoció el Aeroyoga, un método artístico que a través de desarrollar posturas en estado de ingravidez –con los practicante suspendidos en el aire en arneses– obtiene beneficios físicos pero también de desbloqueo y también rejuvenecimiento.
“Se trata de un concepto que involucra el bienestar de lo físico y lo mental”, señala Hernández. “Al mismo tiempo que estrecha tu cuerpo, logras que se estreche la mente y el espíritu”.
La instructora viajó a Madrid, donde obtuvo la certificación en Aeroyoga por el creador de este concepto, Rafael Martínez. Posteriormente ha incluido sus propias enseñanzas y rutinas para desarrolla su propia versión: el Aerozen.
Nash Elena estudio Administración en la Universidad de Texas en El Paso. Además ha realizado cursos de yoga alrededor del mundo, combinando su pasión por los viajes con la actividad física.