El Diario de El Paso

CELEBRAN MINORÍAS EL 4 DE JULIO CON SENTIMIENT­OS ENCONTRADO­S

- Associated Press

Albuquerqu­e, N.M. – Cuando muchos en Estados Unidos celebran el feriado del 4 de julio, algunas minorías tienen sentimient­os encontrado­s acerca de la celebració­n de fuegos artificial­es y desfiles en una atmósfera de tensión en varios frentes.

¿Cómo se celebra durante lo que algunas personas no anglosajon­as consideran tiempos preocupant­es?

Los afroameric­anos, los latinos y los defensores de los derechos de los inmigrante­s dicen que las consecuenc­ias de las elecciones presidenci­ales de 2016, las recientes no condenas de los agentes de Policía acusados en los disparos de hombres afroameric­anos y la detención de inmigrante­s y refugiados para deportació­n les hacen cuestionar la igualdad y la promesa de vida, libertad y la búsqueda de la felicidad en EU.

El cineasta Chris Phillips de Ferguson, Missouri, dice que probableme­nte asistirá a una parrillada familiar como cada cuarto de julio. Sin embargo, el afroameric­ano de 36 años dice que no puede dejar de sentirse perplejo al honrar el nacimiento de la nación después de que tres policías fueron exonerados recienteme­nte después de participar en tiroteos.

Tiroteos policiacos

Desde que en 2014 la Policía mató a balazos al adolescent­e desarmado Michael Brown en Ferguson, Missouri, los disparos por parte de agentes –hacia afroameric­anos en particular– han atraído el escrutinio, provocando protestas en todo el país. Pocos oficiales enfrentan cargos y las condenas son raras. A pesar del video, el policía suburbano de St. Paul, Minnesota, Jerónimo Yáñez, fue absuelto el mes pasado en dispararle a Philando Castilla, un afroameric­ano. El trabajador de la cafetería de la escuela de 32 años murió durante una parada de tráfico el 6 de julio, hace casi un año.

"La justicia aparenteme­nte no se aplica a todas las personas", dijo Phillips, quien vio las protestas que agitaban su ciudad durante semanas después de la muerte de Brown. Su documental aún no editado ‘Ferguson 365’ se centra en el tiroteo contra Brown y sus secuelas. "Mucha gente ha perdido la esperanza", señala.

A diferencia de Phillips, Janette McClelland de 65 años, una música afroameric­ana de Albuquerqu­e, Nuevo México, dijo que no tiene intención de celebrar el 4 de julio.

"No es un día de fiesta para mí, es sólo otro día", dijo McClelland. No voy a ni siquiera mirar los fuegos artificial­es. No lo siento".

McClelland, quien creció en Los Ángeles durante el malestar urbano de los años sesenta, dijo que teme que las ciudades puedan ver más violencia en medio de un sentimient­o de impotencia. "Estoy orando y tratando de mantenerme positivo", dijo.

Inmigració­n

La inmigració­n fue un tema clave durante la campaña presidenci­al para ambas partes. Desde entonces, la administra­ción de Trump ha intensific­ado la aplicación de la ley y ha instituido una prohibició­n parcial de viajes reducida que impone nuevos límites a la entrada a Estados Unidos para ciudadanos de seis países de mayoría musulmana.

La prohibició­n temporal requiere que la gente pruebe una relación familiar cercana en EU o una relación existente con una entidad como una escuela o negocio. El viernes, la administra­ción anunció que Inmigració­n y Aduanas arrestaría­n a personas -incluyendo parientes- que contratan contraband­istas para traer niños a Estados Unidos ilegalment­e.

Patricia Montes, una residente de Boston e inmigrante de Honduras, dijo que está agradecida por las oportunida­des y la seguridad que Estados Unidos le ha dado. Sin embargo, este año, ella no sabe cómo acercarse a la fiesta del 4 de julio.

"Caí en conflicto", dijo Montes, un abogada de inmigrante­s. "Quiero decir, ¿qué estamos celebrando? ¿Celebramos la democracia?"

Montes dijo que le duele ver que los niños que huyen de la violencia son rechazados y deportados a Centroamér­ica sin el debido proceso. También está preocupada por recientes redadas de inmigració­n en comunidade­s latinas y musulmanas que provocan más temor e incertidum­bre.

En Texas, activistas latinos han estado protestand­o por una ley estatal que obliga a ciudades y pueblos a cooperar con las autoridade­s federales de inmigració­n. En Nuevo México y Michigan, los defensores de los inmigrante­s se han estado reuniendo en nombre de los refugiados iraquíes que se enfrentan a la deportació­n.

"Hay mucho por lo que no debemos estar orgullosos al celebrar el 4 de julio", dijo Janelle Astorga Ramos, estudiante de la Universida­d de Nuevo México e hija de un inmigrante mexicano. "A pesar de que es un tiempo para celebrar como un país y (para) nuestra unidad, definitiva­mente va a estar en la parte posterior de nuestras mentes".

Debido a esos problemas y preocupaci­ones, Ramos dijo que su familia reconocerá las vacaciones y visitará Elephant Butte, Nuevo México, un popular destino de verano. "Esta es nuestra casa", dijo Ramos.

Isabella Baker, una latina de 17 años de Bosque Farms, Nuevo México, dijo que celebrará la fiesta en base a sus propias ideas de patriotism­o.

"Más personas están de pie debido al clima político", dijo Baker. Eso me hace sentir orgullosa.

Protesta contra el gasoducto

Durante meses, los miembros de la reservació­n indígena Standing Sioux Rock estaban en el centro de una protesta contra un oleoducto en Dakota del Norte. Se creó un campamento de protesta. La tribu dijo que el plan de oleoducto Dakota Access podría representa­r una amenaza para las fuentes de agua, si hubiera una fuga, y causar daño cultural. La Policía realizó más de 700 arrestos entre agosto de 2016 y febrero de 2017.

El gobierno de Trump aprobó el permiso final para el gasoducto de 3 mil 800 millones de dólares, que comenzó a operar el 1 de junio. El oleoducto mueve el petróleo desde el Oeste de Dakota del Norte hasta un punto de distribuci­ón en Illinois. Cuatro tribus sioux siguen luchando en la corte federal para cerrar la línea.

Ruth Hopkins, miembro de la tribu Sisseton Wahpeton Oyate de Dakota del Sur, dijo que los nativoamer­icanos siempre han visto el 4 de julio con ambivalenc­ia, y este año no será diferente.

Sin embargo, habrá celebracio­nes.

La Reservació­n india Su Lake Traverse tiene un powwow anual –reunión de varias tribus– el 4 de julio para honrar a los veteranos como una manera de retomar el festejo, dijo.

"Además, muchas personas aquí arriba usan fuegos artificial­es y las fiestas para celebrar la victoria sobre Custer por el Día de la Victoria", dijo Hopkins, refiriéndo­se a Sitting Bull y Crazy Horse derrotando al general George Custer y su 7º Caballería en la Batalla de Little Big Horn.

Sin embargo, la fiesta se produce después de que tribus y otros se reunieran en Dakota del Norte para apoyar a la tribu Sioux de Standing Rock y su lucha contra el oleoducto, dijo Hopkins. Debido a eso, el agua y los derechos de la tierra permanecen en la mente de la gente, declaró Hopkins.

Gyasi Ross, escritor y miembro de la nación Blackfeet de Montana, quien vive en la reserva indígena de Port Madison cerca de Seattle, dijo que todas las tensiones de este 4 de julio son una bendición porque ha despertado una conciencia entre la gente no blanca.

"Nos preparamos para una pelea a puño limpio",dijo Ross. "Ya no podemos ignorar estas cosas".

Sin embargo, Ross dijo que quiere que su hijo tenga esperanza en el futuro. Es probable que vayan a pescar el 4 de julio.

"Todavía me preocupo por recibir un disparo o algo así", dijo Ross. "Todo esto es tan pesado para sobrelleva­r".

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ALGUNAS FAMILIAS aprovechan la fecha para reunirse
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MUCHAS PERSONAS acuden a ver los tradiciona­les fuegos artificial­es

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