El Diario de El Paso

Nueva reforma de salud: enférmate y estás perdido

- The New York Times

Los líderes republican­os del Senado han logrado lo que parecía imposible hace unas semanas: Han hecho que su propuesta de destruir la Ley de Cuidado de Salud a Asequible (ACA u Obamacare) sea aún más nociva para las familias estadounid­enses.

El jueves, el líder de la mayoría, Mitch McConnell, produjo una legislació­n revisada que podría bloquear el pago de tratamient­o médico a muchas personas con condicione­s médicas preexisten­tes. Incluso, las personas que están sanas ahora podrían encontrars­e incapaces de pagar por un seguro médico integral –y más caro– cuando se enferman. Además, el proyecto de ley aún incluye recortes drásticos a Medicaid, que brinda atención a cerca de 70 millones de personas.

En esencia, el líder del Senado acabó con las preocupaci­ones de los senadores y gobernador­es republican­os que pedían tales recortes.

La versión inicial del proyecto de ley del Senado habría llevado el seguro de salud de 22 millones de personas, encontró la Oficina de Presupuest­o del Congreso. Los expertos dicen que el número podría aumentar realmente una vez que los cambios de McConnell se toman en cuenta.

Siempre iba a ser difícil para McConnell para aprobar su proyecto de ley, dado que tiene una endeble mayoría de 52 votos y se niega a negociar con los demócratas. Ha optado por hacer que la legislació­n sea más atractiva para los conservado­res como Ted Cruz de Texas, en lugar de centristas como Susan Collins de Maine.

Collins y el senador Rand Paul de Kentucky dijeron que se oponen a la nueva versión de la ley, por lo que McConnell no puede perder a nadie más. La pregunta ahora es, ¿ha hecho lo suficiente para ganar otros cuatro “no” anteriores, como los senadores como Dean Heller de Nevada, Lisa Murkowski de Alaska, Shelley Moore Capito de Virginia Occidental y Rob Portman de Ohio? La respuesta es más probable que no. Los cambios destinados a apelar a ellos son migajas. Por ejemplo, la nueva versión incluye 45 mil millones de dólares para ayudar a los estados a combatir la epidemia de opiáceos. El gobernador John Kasich de Ohio, quien se opuso al proyecto de ley original, dijo que este nivel de gasto federal en este enorme problema sería “como escupir en el océano”.

McConnell también está tratando de hacer que su legislació­n se vea menos extrema al continuar algunos de los impuestos de la ACA u Obamacare, en lugar de deshacerse de todos ellos. Pero esto no es una gran mejora, porque la mayoría de los impuestos en la ley de Obama que ayudó a pagar por la ampliación de la cobertura de salud todavía se perdería. Además, el proyecto de ley revisado ampliaría el uso de cuentas de ahorro de salud libres de impuestos, que benefician principalm­ente a las familias ricas.

Los mayores perdedores en la nueva ley son los enfermos.

Una disposició­n de Cruz permitiría a los asegurador­es discrimina­r a personas con condicione­s preexisten­tes. Y se les permitiría vender planes que no cubren los servicios esenciales, que serían más baratos y atraerían a gente más sana. Todavía tendrían que ofrecer planes comprensiv­os a todos, pero esas políticas costarían mucho más porque atraerían pacientes más enfermos.

Esa es la razón por la Red de Acción contra el Cáncer de la Sociedad Americana del Cáncer dijo que el proyecto de ley “debilitarí­a considerab­lemente la capacidad de millones de pacientes de cáncer, sobrevivie­ntes y aquellos en riesgo de encontrar y pagar una adecuada y significat­iva cobertura de salud”.

McConnell quiere celebrar una votación sobre su legislació­n a principios de la próxima semana. Los asesores del Congreso dicen que incluso podría proceder antes de que la CBO pueda analizar todos los cambios.

Los senadores que voten a favor de este proyecto de ley enviarán un simple mensaje a sus electores: enfermarse y estar por su cuenta.

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