Ponen fin a los retenes antidrogas
El Departamento de Policía de Houston y más de media docena de otras agencias policiales locales están poniendo fin al uso de polémicas pruebas de drogas en las carreteras a las cuales se les atribuyen cientos de condenas ilícitas durante la última década.
La policía reveló el viernes por la tarde que, oficialmente, retira los retenes por la seguridad de sus elementos, ya que nuevas drogas opiáceas tienen el potencial de tornar violentos a sus usuarios o causarles la muerte, si ingieren la droga para tratar de esconderla de los policías.
“Es crítico para los primeros socorristas y el público al que servimos”, dijo el viernes el jefe de Policía de Houston, Art Acevedo. “Sustancias como el fentanilo y el carfentanilo han cambiado toda la dinámica, no podemos arriesgarnos a perder un socorrista u oficial o un miembro de la comunidad porque no pensamos primero en la seguridad”.
Pero otros funcionarios presentes en la conferencia hablaron abiertamente sobre la falta de confiabilidad de las pruebas “exprés” de droga que se hacían en los retenes, reportó el Houston Chronicle.
Esas pruebas “han estado bajo escrutinio científicamente, por su fiabilidad”, dijo Kim Ogg, de la Fiscalía de Distrito del condado de Harris.
Y por otro lado, está la presencia de las nuevas y muy potentes nuevas drogas.
El fiscal Paul Fortenberry dijo que la policía ha incautado más de 11 kilogramos de las dos drogas en los últimos dos meses.
“Las palabras no les hacen justicia, son unas sustancias extremadamente peligrosas”, enfatizó en la conferencia de prensa.
Además de la policía de Houston, otras agencias que anunciaron el cambio el viernes incluyeron a los policías del condado de Harris para los recintos 3,4, 7 y 8; la Policía de transporte público; la Policía de Pasadena; la Oficina del Sheriff del Condado de Harris; y la oficina del fiscal del distrito.
Las pruebas “exprés” de droga que usa el condado de Harris han sido cuestionadas en cuando menos 300 casos de enjuiciamiento y condena de detenidos desde el 2004. Más de 130 personas han logrado anular legalmente sus condenas y docenas más están en revisión para su posible retiro, reportó el Chronicle.