Trump se jactó de hacer un bien, pero hizo un mal
Una de las razones por las que Trump dijo haberse salido del Acuerdo de París, fue con el fin de apoyar a los trabajadores de las minas de carbón, porque según él, muchos habían perdido sus trabajos por las disposiciones de Obama para combatir el cambio climático.
Pero Trump ignoró lo referente a la pérdida de los puestos de las minas de carbón. Un artículo escrito por Robert J. Samuelson publicado en el Washington Post el 10 de junio, asevera que la expansión del gas natural –posibilitado por el “frackiing”– desplazó al carbón en muchas partes; desde 2008 la producción de carbón cayó casi en un 40 por ciento. Y añade que la pérdida de los puestos de carbón fue aún más dramática. En 1950 las minas de carbón generaban casi 400, mil puestos de trabajo; para 1975 la cifra cayó a 227 mil, y en 2015 el total era de 75 mil. Así, debe quedar claro que las pérdidas de los puestos de carbón no fueron causadas por Obama, como acusó Trump.
Según el Acuerdo de París, firmado por Obama, Estados Unidos se comprometió a recortar para el año 2020 las emisiones de contaminantes del 26 al 28 por ciento de los niveles del 2005. Sin embargo, el acuerdo no establece niveles específicos de recortes para ningún país; cada país puede elegir sus propios niveles de reducción de contaminantes.
Sue Baniaz –representante de EU para las negociaciones del Acuerdo de París– aseveró que el retiro de Estados Unidos del Acuerdo era totalmente innecesario ya que según el Acuerdo, “Estados Unidos puede cambiar unilateralmente sus metas de emisiones sin necesidad de renegociarlas, y las contribuciones financieras son completamente voluntarias”. Esto contradice totalmente las declaraciones de Trump de que “nuestros compromisos de emisiones son mucho más exigentes que los otros grandes emisores” y que “el Acuerdo impone una fuerte carga económica para el país”.
El retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París tendrá varias consecuencias negativas:
• Desorganizará los planes internacionales para combatir el cambio climático.
• Perjudicará a las industrias crecientes de energías limpias, convirtiendo a China y Europa en líderes para el desarrollo de dichas industrias.
• Impactará a los países pobres del mundo, a quienes el gobierno de Obama se había comprometido ayudar para combatir los efectos del calentamiento global.
• De los países anteriores los más afectados son los localizados en islas, que ya están enfrentando niveles crecientes del mar por el derretimiento de los hielos polares; y varios países africanos que ya están sufriendo grandes hambrunas, causadas por la escasez de lluvias y sequías provocadas por el calentamiento global.
Muchos líderes globales se han opuesto a la decisión de Trump de retirarse del Acuerdo de París. Por ejemplo, la canciller alemana Angela Merkel lamentó está decisión de Estados Unidos, y aseguró que ella continuará su trabajo “para salvar la tierra”.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron, dijo que “Trump ha cometido un gran error para el futuro de Francia y del pueblo francés, y para el futuro del planeta”.
Presentamos dos ejemplos actuales y reales de los efectos negativos del cambio climático en Estados Unidos. En la parte sur de Florida, debido al nivel creciente del mar por el derretimiento de los hielos polares, las inundaciones causadas por las mareas ya están llegando a las calles costeras. Esto ha causado que se dificulte –y a veces hasta se imposibilite– la venta de dichas propiedades en Florida. Pero el problema no acontece únicamente en Florida. Un análisis de Rutger de este “desastre de cámara lenta” (“slow motion disaster en inglés”) calcula que casi 2.5 trillones de dólares de las propiedades costeras del país ya se están vendiendo por debajo de los precios de mercado (“The nighmare scenario for Florda’s coastal owners”, Christopher Flavelle, “Climate changed”, abril 19 , 2017).
Así, por retirarse del Acuerdo de París –y así continuar agravando el cambio climático– Trump perjudicará severamente a su país y al resto del mundo de muchas maneras, todas cada vez más graves, con daños perjudiciales para la salud, las propiedades y la economía, grandes inundaciones de ríos, fuertes escases de lluvias con las consecuentes sequías, con gran perjuicio a la agricultura y la ganadería, incontables pérdidas de propiedades –ya veces hasta de vidas– por huracanes, tornados, tormentas de nieve y terremotos, cada vez más fuertes; y como lo anotamos anteriormente, daños económicos causados a propiedades costeras por los incrementos crecientes del nivel del mar, provocados por el derretimiento del hielo polar.
En resumen, Estados Unidos y el resto del mundo ya estamos sufriendo los graves daños causados por el cambio climático, y los sufrimientos se agravarán cada vez más, gracias a Trump.