Para sobrevivir, menores paseños se prostituyen
La desesperación de no contar con el apoyo moral y económico de sus familias lleva a algunos adolescentes a la prostitución, con tal de tener algo de comer y un lugar dónde pasar la noche, afirman funcionarios del sistema de justicia en El Paso.
“A esto le llamamos ‘prostitución por supervivencia’, que quiere decir que las personas no tienen la forma de mantenerse ellas mismas y recurren a venderse o intercambiarse por cosas básicas como comida, un techo y otras cosas”, dijo Claudia Arreola, coordinadora de la Corte Especializada para Personas Explotadas Sexual y Comercialmente.
Arreola indicó que los principales afectados por este modo de prostitución son “jovencitos” –hombres y mujeres– de entre 12 y 17 años que dejan sus casas ya sea porque son víctimas de maltrato o porque sus propias familias los corrieron.
De acuerdo con Arreola, los “padrotes” o proxenetas se aprovechan de que son adolescentes y que están en una edad difícil para manipularlos y hacerles creer que tienen que “pagar” de alguna manera lo que reciben.
Reporta Corte especial casos de intercambio de sexo por techo y alimentos
“Como, obviamente, no tienen dinero para pagar, pues la persona que los está ‘ayudando’ les da otras opciones de pago”, resaltó Arreola.
La coordinadora comentó que no se tiene un número exacto de cuántos casos, de lo que ellos denominan como runaways, existen en la ciudad, ya que la mayoría no los reporta.
“Sabemos que el problema está ahí, pero las personas no reportan el abuso y si están siendo traficados no los encontramos porque los están moviendo constantemente”, expresó Arreola.
Prostituidos por alguien cercano
La coordinadora enfatizó que en la mayoría de los casos los adolescentes fugitivos recurren a algún familiar en busca de ayuda y se topan con la petición de un intercambio.
Según Arreola la gente tiene la idea errónea de que las personas son prostituidas por desconocidos cuando la realidad es que son los mismos familiares quienes los orillan a estas prácticas. Esto puede incluir desde un tío, tía o pariente político, hasta uno de sus propios padres.
“Se cree que siempre son desconocidos quienes los prostituyen, pero es más común que lo hagan sus propios padres, un familiar cercano o su novio”, dijo Arreola.
Sigue siendo un delito
Moisés Vásquez, vocero del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS), mencionó que la prostitución ocurre cuando se hacen “intercambios” por sexo, por lo que los implicados pueden terminar en prisión.
“Se considera prostitución cuando dinero o mercancía son intercambiados por favores sexuales”, indicó Vásquez.
Prostituirse o solicitar los servicios sexuales es catalogado como un delito menor, lo que conlleva una sentencia no mayor a los seis meses de cárcel y una multa de no más de 2 mil dólares.
Las multas y las condenas en prisión van aumentando de acuerdo al número de arrestos por el mismo delito. La persona podría pasar hasta dos años tras las rejas y se haría acreedora a una multa de 10 mil dólares.