Cierran varias calles del vecindario ‘La Placita’
Residentes del área temen más riesgos para sus familias
Ya son tres los enormes socavones que se han formado en el vecindario de La Placita en el Oeste de El Paso, y los vecinos están preocupados de que surjan más.
Algunos no se sobreponen a los hundimientos de pavimento que comenzaron la tarde del sábado y seguían formándose ayer por la mañana.
“Vimos lo que pasó porque estábamos manejando hacia esa dirección”, dijo Elia Valles, residente de la casa directamente enfrente del primer socavón. “Cuando llegamos a la intersección para meternos a nuestra cochera, vimos el carro cayendo en el derrumbe”. Valles y otros dos vecinos ayudaron a la mujer a salir del vehículo hundido.
No solamente la residencia de la familia Valles ha sido afectada, sino también muchas otras, ya que empleados de la compañía de agua han puesto barricadas que dificultan el paso a sus casas o de plano lo bloquean.
“Todavía no estamos seguros de la causa, pero sabemos que dos drenajes de agua pluvial de 48 pulgadas se colapsaron”, dijo Joshua Moniz, vocero de El Paso Water Utilities.
Agregó desconocer cuánto tiempo van a tomar las reparaciones, pero afirmó que varias líneas de drenaje, no sólo las afectadas, serán reemplazadas.
El vocero enfatizó que los vecinos ya no tienen nada que temer y que se ha habilitado una línea telefónica directa para que reporten cualquier otro problema que tengan.
“Es un ejemplo de que necesitamos más inversión de la parte estatal y federal en nuestra infraestructura”, dijo Moniz. “Los drenajes tenían más de 40 años y hay todavía muchas millas, en otras áreas, que queremos reemplazar, pero tenemos un presupuesto muy limitado”.
Moniz advierte a los vecinos para que respeten las barricadas alrededor de los socavones, por su propia seguridad.
Relata una tarde de horror
Valles no se ha acercado al hundimiento desde que ayudó a la mujer que cayó en él.
“Claro, la mujer estaba agitada, visiblemente agitada durante su descripción del acontecimiento. Gracias a Dios que no sufrió lesiones, y gracias a Dios que no pasó en la noche. Da miedo pensar que pudo haber sucedido cuando no había gente alrededor para ayudarla”, relata Valles. Agregó que los socavones y las reparaciones han “impactado nuestra rutina” porque ya no pueden meter y sacar los autos de sus cocheras.
Steven Garmon, residente de una casa al otro lado de uno de los hundimientos, dijo estar preocupado por las personas que se acercan para ver el deslave.
“Vi un hombre que se estacionó cerca y puso a su hija sobre las barricadas”, dijo Garmon. “El hoyo se ha estado derrumbando más y se pudo haber caído”.