Inundaciones frustran a vecinos del Valle Bajo
Reparan viviendas luego de la tormenta; temen daños mayores si continúan las lluvias
Un día después de la tormenta, vecinos de Clint todavía luchaban ayer contra el lodo, los charcos y los destrozos que dejaron las inundaciones.
“Todo se lo comió la lluvia. Todo. Casi se lleva la barda. El portón lo dobló todo. Se abre para afuera… lo tuvimos que enderezar. Los buzones no se veían, los tapaba el agua. Al principio estábamos acá, quitando este material, luego nos tuvimos que subir en un muro para ver correr el agua”, refirió Alex Gurrola.
Él y Lucía Gurrola estaban en el negocio del padre de ella, Menos Roofing Appliances, cuando lo que parecía una tormenta más se convirtió en una pesadilla torrencial que se iba tragando aquello que encontraba a su paso.
Ahora, los Gurrola y sus trabajadores están como el resto de los vecinos, poniendo cosas al sol, tirando arena en hoyos y limpiando charcos.
Participando del relato de lo vivido con la lluvia, uno de los trabajadores se coloca frente a la barda en cuestión, que divide el negocio de la quebrada natural a la que el Condado o las autoridades de Clint le han acondicionado unos tubos de desagüe para desacelerar el correr de las lluvias.
El trabajador mide casi 1 metro con 70 centímetros; la barda 2 metros y medio. El agua rebasaba esa altura y eso que, del otro lado, mucha de la tierra y la arena que rodeaban los tubos, hacía tiempo que habían corrido colina abajo, arrancando, a su paso, un par de buzones que tienen más de un metro de altura y que están atornillados al piso con sendos taquetes de acero.
Trabajos de limpieza
Ayer, la oficina de Mantenimiento de Emergencias, una entidad conjunta entre el Condado y la Ciudad de El Paso, elevó a nivel 2 el estado de emergencia de esta zona. Ahora, las cosas se han calmado, y el nivel de alerta es de 4, puesto que la amenaza de lluvias aún no cesa.
“Entre Socorro y Clint, sin contar la gente de Montana Vista, hay al menos unas 200 personas afectadas por las lluvias y cuyas propiedades terminaron inundadas de agua, arena y piedras”, explicó José Landeros, portavoz de la oficina del comisionado Vince Pérez, sobre el recuento de los daños en dicha área.
A propósito de este tema, Jennifer Wright, portavoz del Departamento de Transporte de Texas (TxDOT), dijo que era muy temprano como para hacer estimaciones sobre a cuánto ascienden las pérdidas en las zonas mencionadas por Landeros. Y es que, en el área hay daños a caminos, propiedades privadas y federales.
“Pagaremos tiempo extra (para llevar a cabo las reparaciones) pero no sabremos a cuánto asciende esto hasta que no tabulemos al final del período de pago. En este momento, tenemos seis maquinarias de equipo pesado trabajando en Montana y no sabemos qué tanto más necesitaremos o el tipo de materiales que se puedan requerir”, dijo Wright.
La vocera explicó que estas limpiezas son pagadas con el presupuesto estatal dedicado a mantenimientos, “cosa que nos impide otro tipo de trabajos que usualmente financiamos con ese dinero”.
Leslie Antúnez, portavoz de la Oficina del Sheriff, comentó que, aunque un buen número de caminos fueron afectados o cerrados, como la North Loop, fueron liberados al tráfico en un lapso de cuatro horas, de 2 a 6 p.m.
Sigue alerta
En el Condado no quieren bajar la guardia. “La gente debe entender que las condiciones son las adecuadas para que sorprendan lluvias en cualquier momento”, señaló Landeros.
Desmoralizados y con el sentimiento de estar solos en medio de esta catástrofe, los residentes de varias de las zonas inundadas en este sector dicen que no sufrían los estragos de unas lluvias tan severas desde 2006.
“Aquí no nos quieren dan seguros contra inundaciones porque dicen que esta no es una zona donde ocurra eso. No entiendo por qué no nos hacen caso. Está muy peligrosa esta área”, explicó Alex Gurrola, al tiempo que comentaba que los dos diques que las autoridades han construido en la zona para evitar los estragos que casi terminan con su negocio familiar, se habían desbordado con las lluvias.
Lo peor ha pasado, por ahora, pero esta gente sigue con miedo.
“El jueves, en cuanto nos pasó esto, hablamos al Condado. Mi esposa les habló y les dijo que tenían que venir ya. No querían pero al final llegó un tractor pero nomás limpió la calle, no quiso echarla en el canal. El propio dueño tuvo que contratar a alguien para que rellenara de tierra, porque si se vuelve a venir el agua, ahora sí, se lleva la barda, el cemento y todo”, comentó el joven.
Por lo pronto, las autoridades han puesto a disposición del público dos líneas telefónicas para reportar una emergencia relacionada con las lluvias. Los interesados pueden llamar a la oficina del comisionado Vince Pérez, al teléfono (915) 546-2144, o a la oficina de Manejo de Emergencias de la Ciudad y el Condado, al (915) 8383264.