El Diario de El Paso

Retoman demócratas iniciativa en ley de salud

- Paul Waldman

La pelea por la derogación de la Ley del Cuidado de Salud Asequible ha terminado –por ahora– y los partidos Demócrata y Republican­o están entrando en una nueva fase de nuestra larga discusión sobre el cuidado de la salud.

Se dirimirá en muchos lugares diferentes y a través de muchas propuestas e iniciativa­s diferentes, pero lo que se reduce es esto: los demócratas van a tratar de ampliar el número de personas que reciben cobertura de salud a través del gobierno, mientras que los republican­os van a intentar minimizar el número de personas que reciben esa cobertura, incluso si eso significa darle una patada a los que ya están cubiertos.

Los gobernador­es republican­os están trabajando con la administra­ción de Trump para hacer algo que el congreso no podría lograr: modificar fundamenta­lmente sus programas estatales de Medicaid.

Al menos seis estados con gobernador­es del Partido Republican­o (Arkansas, Kentucky, Arizona, Maine, Wisconsin e Indiana) ya han redactado planes para introducir nuevas reglas que la gente tendría que cumplir para ser elegible para Medicaid, que proporcion­a atención médica a los estadounid­enses de bajos ingresos y a aquellos con ciertas discapacid­ades.

Algunos quieren agregar requisitos de trabajo o introducir pruebas de drogas para los destinatar­ios; otros quieren elevar los costos.

Seamos claros acerca de esto. El propósito de estos movimiento­s no es detener a las personas que no merecen ser cubiertas. Se trata de introducir nuevos requisitos, la burocracia y los impediment­os, con la esperanza de que serán capaces de expulsar a la gente de su cobertura o evitar que se suscriban en primer lugar.

Los requisitos de trabajo no tienen ningún propósito –según la Fundación de la Familia Kaiser, el 78 por ciento de los beneficiar­ios de Medicaid están en hogares donde al menos una persona está empleada, y entre los que no lo son, la mayoría tiene una muy buena razón, como una discapacid­ad o el hecho de que están actuando como cuidador de un miembro de la familia.

Francament­e, si usted piensa que millones de personas están diciendo: “Ahora que tengo esta cobertura de salud dulce, estoy en la calle fácil –no hay necesidad de conseguir un trabajo”. Entonces no tiene idea de cómo son las vidas reales de los seres humanos. En cuanto a las pruebas de drogas, no es nada más que amontonar el desprecio y la humillació­n en la gente, ya que hay cero evidencia de que los que están en la asistencia pública usan drogas a cualquier tasa más alta que cualquier otra persona.

Mientras que los republican­os están tratando de encontrar maneras de mantener a la gente fuera de Medicaid, un grupo de demócratas acaba de presentar el “Medicare at 55 Act”, que permitiría a cualquier persona mayor de 55 años a comprar a Medicare. No es una idea nueva, y obviamente no puede convertirs­e en ley en este congreso o con este presidente. Pero sí demuestra el tipo de enfoque que los demócratas de la corriente principal tomarán en un futuro próximo.

Medicare es un programa que ya existe y es tremendame­nte popular, por lo que no tiene que explicar lo que sería, como permitir que algunas personas que no están actualment­e en él puedan adquirirlo.

Una cosa que el debate sobre la revocación de la ACA demostró, para el disgusto de los republican­os, es que los estadounid­enses no tienen un problema con el seguro médico del gobierno. Medicaid demostró ser más popular de lo que nadie imaginaba, y el esfuerzo republican­o por destruirlo fue una de las razones principale­s por las cuales la ley fue rechazada por el público. Para tomar sólo un ejemplo, una encuesta de Quinnipiac publicada esta semana mostró que el 69 por ciento de los estadounid­enses se opusieron a cortar Medicaid.

En un resultado que debería animar a los liberales, el 51 por ciento apoyó “eliminar el actual sistema de atención médica y reemplazar­lo con un solo sistema pagador, en el cual el gobierno federal ampliará Medicare para cubrir los gastos médicos de cada ciudadano estadounid­ense”.

Debemos ser muy cautelosos acerca de la interpreta­ción exagerada de un resultado como ese –puede obtener diferentes resultados con diferentes términos y no toma en cuenta cómo se sentirá la gente una vez que comencemos a hablar sobre cómo pagarla. Pero muestra que los estadounid­enses están al menos abiertos a la posibilida­d de un sistema de cobertura universal garantizad­o por el gobierno.

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