El encubrimiento del calentamiento global en la Casa Blanca
Cuando un día recordemos a la administración Trump y su cacería de brujas para frenar las “fugas” de información sobre fugas sobre favores especiales, colusión con Rusia y encubrimientos, puede ser que el descubrimiento más relevante tenga que ver con el medio ambiente.
Los funcionarios del gobierno revelan información confidencial por todo tipo de razones. En el caso de los científicos del clima, la razón por la que llamó la atención pública una compilación de estudios del gobierno sobre ciencia climática fue prevenir la supresión o la edición pesada de la horda de denunciantes del cambio climático de la administración Trump.
Los científicos lograron sonar una advertencia fuerte e inconfundible que incluso podría perforar a través de la niebla de la propaganda anti-ciencia que flota desde el equipo de Trump. Como han estado diciendo las personas científicamente alfabetizadas durante años, el argumento racional sobre el cambio climático y su origen ha terminado. (En todo el mundo, 15 de los últimos 16 años han sido los más calurosos registrados. Esta semana, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica dijo que 2017 está en camino de ser el segundo más caliente para los Estados Unidos).
Científicos de todo el mundo han documentado el calentamiento en el aire y el agua, el derretimiento de los glaciares, la desaparición de la nieve, la contracción del hielo marino y el aumento del nivel del mar. El informe dice que Estados Unidos verá aumentos de temperatura de al menos 2.5 grados (1.4 grados centígrados) durante las próximas décadas, incluso con recortes significativos a la contaminación de carbono . El informe considera “extremadamente probable que más de la mitad de la temperatura media mundial desde 1951 pueda estar vinculada a la influencia humana”.
La evidencia es tan abrumadora que incluso esta administración puede tener que lanzar la toalla sobre sus teorías conspirativas que insisten en que todo es un “engaño” chino.
La administración Trump podría hacer un gran favor al país, al Partido Republicano y al movimiento conservador, simplemente reconociendo la realidad científica. Esto no sólo llevaría a la discusión a un debate razonado sobre las respuestas políticas, sino que también derribaría un pilar del dogma de la derecha. Abandonar la negación del cambio climático sería un gran paso adelante en la disminución de la industria de “hechos alternativos” de la derecha y obligaría a las personas a adoptar una postura de solidaridad con el medio ambiente. En sí mismo no reducirá la polarización política ni aumentará el debate civil, pero seguramente ayudaría al planeta.