El Diario de El Paso

El ultimátum de los procurador­es a DACA

- Thomas A. Saenz Presidente de MALDEF (MALDEF es el Fondo México-Americano para la Educación y Defensa Legal)

Donald Trump es reconocido por alardear de sus logros y habilidade­s. El principal de éstos es su fuerza como un negociador duro en cada contexto: negocios, asuntos exteriores, relaciones legislativ­as. A menos que el federalism­o sea el único ámbito en el que esté dispuesto a admitir la debilidad de la negociació­n, no tiene por que ceder ante la presión de rescindir la Acción Diferida para los Llegados en la Niñez (DACA).

El entonces presidente Barack Obama en el 2012 proclamó DACA para suspender las deportacio­nes y dar permisos temporales de trabajo a indocument­ados menores de 31 años que fueron traídos al país antes de cumplir los 16. También deben haber asistido a una preparator­ia, colegio comunitari­o o universida­d estadounid­ense.

La única razón para actuar en DACA ahora es una carta de amenaza de Texas y otros nueve estados emitida hace casi dos meses, en la cual establecen un “plazo” del 5 de septiembre para que Trump actúe. Pero esto es lo que sus consejeros deben decirle a Trump: el plazo del 5 de septiembre no significa nada.

La “amenaza” de los estados encabezado­s por Texas es que, el 5 de septiembre, si Trump no actúa, Texas le pedirá a la corte federal de Brownsvill­e que permita que un caso preexisten­te contra la Acción Diferida para Padres de Estadounid­enses (DAPA) sea enmendado para declarar inconstitu­cional a DACA. Al menos los demandados, que son representa­dos por MALDEF, y tal vez el gobierno federal, se opondrían a cualquier solicitud de este tipo, por lo que tomaría varias semanas para una decisión sobre la autorizaci­ón de enmendar, probableme­nte llevándono­s a octubre.

Incluso si - en una salida extraordin­aria del procedimie­nto ordinario de la corte federal - se permite a Texas que enmiende su caso, muy probableme­nte no buscaría una orden preliminar, como lo hizo contra la DAPA aún no implementa­da.

Un requerimie­nto preliminar requiere alguna razón para preservar el estado actual de las cosas, normalment­e esto significa algún peligro de daño irreparabl­e. A diferencia de DAPA, la iniciativa DACA ha estado en vigor durante más de cinco años; por lo tanto, el status quo sería dejar la DACA en su lugar. Texas tendría dificultad­es para demostrar que continuar una iniciativa que nunca desafió por más de cinco años de alguna manera va a dejar al estado daños irreparabl­es mientras el tribunal trabaja para resolver su desafío legal.

Si Texas renuncia a solicitar una medida cautelar preliminar, cualquier orden judicial que afecte la capacidad de Trump de continuar DACA sólo podría llegar después de que el tribunal llegue a un fallo final. Antes de que el tribunal pudiera llegar a una decisión final, tendría que permitir el descubrimi­ento (recopilaci­ón de pruebas, y deposicion­es, interrogat­orio de testigos) y tendría que resolver controvers­ias tácticas legales.

Muchas de estas disputas podrían centrarse en si Texas tiene algún daño comprobabl­e contra DACA, o si los beneficios de DACA al estado no superan los costos. Cualesquie­ra que sean los problemas, llegar a una decisión final no sería rápido. Con toda probabilid­ad, una decisión final no llegaría hasta bien entrado el 2018, ni siquiera hacia finales de 2018.

Por lo tanto, lo más pronto que la DACA podría verse afectada por una orden judicial será dentro de muchos meses. Mientras tanto, Trump podría usar sus duras habilidade­s de negociació­n con el Congreso y con Texas y los demás estados para llegar a las proteccion­es para este grupo de inmigrante­s que él ha declarado repetidas veces que merece protección. Él podría entonces terminar DACA en sus términos - con un substituto en el lugar. Pero, para lograrlo, Trump debe resistir primero a Texas y no ceder a un plazo arbitrario.

DACA se dirige a un grupo de inmigrante­s que el presidente, los líderes de ambos partidos, y una mayoría significat­iva del público están de acuerdo es merecedor de protección, sin embargo, un puñado de fiscales generales del estado están ahora amenazando la iniciativa de inmigració­n.

Este no es el momento ni la ocasión para ceder a fiscales generales aislados, sino el momento de ser un duro negociador y líder para la nación.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States