Trump abre una ventana para los dreamers
Pocas horas después de que los demócratas anunciaran que habían llegado a un acuerdo con el presidente Donald Trump para proteger a los “soñadores”, Trump desató una tormenta de tuits que parecía sugerir que no había ningún trato en absoluto.
Pero, leyendo entre líneas, los tuits de Trump esbozan la realidad de un acuerdo, aun tentativo, que protegería a cientos de miles de jóvenes traídos aquí ilegalmente como niños.
Los líderes demócratas del Congreso Chuck Schumer y Nancy Pelosi anunciaron el miércoles que habían llegado a un acuerdo con Trump para proteger a los “dreamers” a través de una legislación apoyada por Trump, a cambio de medidas de seguridad fronteriza que no incluyen más gastos en el muro con México que el presidente prometió a sus bases ultraconservadoras. Esto causó furia inmediata entre algunos de los partidarios de Trump, y luego vinieron los tuits del presidente:
“No se hizo ningún trato anoche sobre el DACA. Tendrán que estar de acuerdo con seguridad masiva en la frontera a cambio de consentimiento. Estaría sujeta a votación. El muro, que ya está en construcción en forma de renovación de vallas y muros antiguos y existentes, se seguirá construyendo”.
“¿Alguien realmente quiere arrojar a jóvenes buenos, educados y consumados que tienen trabajos, algunos sirviendo en el ejército? Realmente han estado en nuestro país durante muchos años sin culpa suya - traídos por los padres a una edad temprana Más seguridad de frontera, MUCHA”.
Sí, el mismo Trump que se burló de las protecciones de Barack Obama para los “dreamers” (beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA) como “amnistía ejecutiva”, acaba de defenderlos, aparentemente. Algunos puntos:
Trump sólo hizo una gran concesión que deja al descubierto la debilidad de su posición política. Trump básicamente acaba de respaldar los principales argumentos para proteger a los “dreamers”: Son, en gran parte, irreprensibles de su situación migratoria y están haciendo contribuciones positivas a la sociedad estadounidense. Esto enfurecerá aún más a los ultraderechistas, aquellos que creen que los inmigrantes indocumentados no son más que una presencia criminal, invasiva y destructiva, incluidos los “dreamers”.
Pero las negociaciones reflejan que Trump sabe que deportar a los “dreamers” políticamente insostenible. Sí, Trump podría cambiar de parecer mañana. Pero eso no cambia el hecho de que ha admitido implícitamente que deportarlos sería algo políticamente devastador. Trump está desesperado por algo que pueda llamar logros. La pregunta es qué obtendrá a cambio de proteger a los “dreamers”.
Trump señaló que hay un acuerdo viable que probablemente aceptaría. Trump acaba de redefinir la construcción del muro como “nuevas renovaciones a las vallas y muros antiguos y existentes”. Esto insinúa la posibilidad de que se pueda llegar a un acuerdo en el que el Congreso se apropie de dinero que no sea utilizado para construir un muro nuevo masivo, pero también le permite decirle a su base que está ganando “el muro” de alguna manera.
Los republicanos continúan diciendo que deben tener dinero de seguridad fronteriza en cualquier acuerdo que proteja a los “dreamers”, y los demócratas han señalado que pueden aceptar tal resultado, siempre y cuando no termine con Trump erigir el talismán masivo y simbólico de un muro masivo en la frontera. Probablemente hay campo para un acuerdo que demócratas, republicanos y Trump aceptarían, aunque a regañadientes.
La derecha todavía puede matar el acuerdo. Los líderes más conservadores pueden exigir que, a cambio de la legalización de los “dreamers”, los empleadores utilicen la prueba E-Verify para determinar si los trabajadores son indocumentados, y pedir también más fondos para expandir la fuerza de deportación de Trump. Los defensores de la inmigración pueden aceptar E-Verify, solo si se empaqueta con la legalización de la mayoría de los inmigrantes indocumentados, pero sin eso, haría que muchos de ellos pierdan la habilidad de traer el pan a su casa. Los demócratas no podrían aceptar un acuerdo que significaría más deportaciones, por lo cual esta concesión es lo que se llama en la política una “manzana envenenada”.
Para resumir: probablemente hay un acuerdo para la protección de los soñadores, pero no uno que se pueda “vender” abiertamente a las bases republicanas. Los líderes de línea dura están diciéndole al presidente que sus bases lo abandonarán si protege a los “dreamers”. Pero una encuesta reciente de Poltico-Morning Consul afirma que el 68 por ciento de quienes votaron por Trump favorecen las protecciones legislativas para los jóvenes indocumentados que crecieron en Estados Unidos.