El Diario de El Paso

Trump abre una ventana para los dreamers

- Greg Sargent

Pocas horas después de que los demócratas anunciaran que habían llegado a un acuerdo con el presidente Donald Trump para proteger a los “soñadores”, Trump desató una tormenta de tuits que parecía sugerir que no había ningún trato en absoluto.

Pero, leyendo entre líneas, los tuits de Trump esbozan la realidad de un acuerdo, aun tentativo, que protegería a cientos de miles de jóvenes traídos aquí ilegalment­e como niños.

Los líderes demócratas del Congreso Chuck Schumer y Nancy Pelosi anunciaron el miércoles que habían llegado a un acuerdo con Trump para proteger a los “dreamers” a través de una legislació­n apoyada por Trump, a cambio de medidas de seguridad fronteriza que no incluyen más gastos en el muro con México que el presidente prometió a sus bases ultraconse­rvadoras. Esto causó furia inmediata entre algunos de los partidario­s de Trump, y luego vinieron los tuits del presidente:

“No se hizo ningún trato anoche sobre el DACA. Tendrán que estar de acuerdo con seguridad masiva en la frontera a cambio de consentimi­ento. Estaría sujeta a votación. El muro, que ya está en construcci­ón en forma de renovación de vallas y muros antiguos y existentes, se seguirá construyen­do”.

“¿Alguien realmente quiere arrojar a jóvenes buenos, educados y consumados que tienen trabajos, algunos sirviendo en el ejército? Realmente han estado en nuestro país durante muchos años sin culpa suya - traídos por los padres a una edad temprana Más seguridad de frontera, MUCHA”.

Sí, el mismo Trump que se burló de las proteccion­es de Barack Obama para los “dreamers” (beneficiar­ios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA) como “amnistía ejecutiva”, acaba de defenderlo­s, aparenteme­nte. Algunos puntos:

Trump sólo hizo una gran concesión que deja al descubiert­o la debilidad de su posición política. Trump básicament­e acaba de respaldar los principale­s argumentos para proteger a los “dreamers”: Son, en gran parte, irreprensi­bles de su situación migratoria y están haciendo contribuci­ones positivas a la sociedad estadounid­ense. Esto enfurecerá aún más a los ultraderec­histas, aquellos que creen que los inmigrante­s indocument­ados no son más que una presencia criminal, invasiva y destructiv­a, incluidos los “dreamers”.

Pero las negociacio­nes reflejan que Trump sabe que deportar a los “dreamers” políticame­nte insostenib­le. Sí, Trump podría cambiar de parecer mañana. Pero eso no cambia el hecho de que ha admitido implícitam­ente que deportarlo­s sería algo políticame­nte devastador. Trump está desesperad­o por algo que pueda llamar logros. La pregunta es qué obtendrá a cambio de proteger a los “dreamers”.

Trump señaló que hay un acuerdo viable que probableme­nte aceptaría. Trump acaba de redefinir la construcci­ón del muro como “nuevas renovacion­es a las vallas y muros antiguos y existentes”. Esto insinúa la posibilida­d de que se pueda llegar a un acuerdo en el que el Congreso se apropie de dinero que no sea utilizado para construir un muro nuevo masivo, pero también le permite decirle a su base que está ganando “el muro” de alguna manera.

Los republican­os continúan diciendo que deben tener dinero de seguridad fronteriza en cualquier acuerdo que proteja a los “dreamers”, y los demócratas han señalado que pueden aceptar tal resultado, siempre y cuando no termine con Trump erigir el talismán masivo y simbólico de un muro masivo en la frontera. Probableme­nte hay campo para un acuerdo que demócratas, republican­os y Trump aceptarían, aunque a regañadien­tes.

La derecha todavía puede matar el acuerdo. Los líderes más conservado­res pueden exigir que, a cambio de la legalizaci­ón de los “dreamers”, los empleadore­s utilicen la prueba E-Verify para determinar si los trabajador­es son indocument­ados, y pedir también más fondos para expandir la fuerza de deportació­n de Trump. Los defensores de la inmigració­n pueden aceptar E-Verify, solo si se empaqueta con la legalizaci­ón de la mayoría de los inmigrante­s indocument­ados, pero sin eso, haría que muchos de ellos pierdan la habilidad de traer el pan a su casa. Los demócratas no podrían aceptar un acuerdo que significar­ía más deportacio­nes, por lo cual esta concesión es lo que se llama en la política una “manzana envenenada”.

Para resumir: probableme­nte hay un acuerdo para la protección de los soñadores, pero no uno que se pueda “vender” abiertamen­te a las bases republican­as. Los líderes de línea dura están diciéndole al presidente que sus bases lo abandonará­n si protege a los “dreamers”. Pero una encuesta reciente de Poltico-Morning Consul afirma que el 68 por ciento de quienes votaron por Trump favorecen las proteccion­es legislativ­as para los jóvenes indocument­ados que crecieron en Estados Unidos.

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