Proveen información útil a inmigrantes
Anthony, N.M. — No fue hace mucho que una mujer acudió al Centro Intercultural de la Mujer a pedir ayuda, agobiada porque un policía la amenazó con arrestarla por un caso pendiente de manejar en estado de ebriedad.
Resulta que su esposo había dado el número de Seguro Social de ella cuando fue detenido por tal ofensa, y el caso salió en el historial de la mujer cuando el policía la frenó en una calle de Anthony por exceso de velocidad cuando venía de recoger a sus hijos de la escuela.
“Mandamos el reporte oficial de cuando arrestaron a su esposo, y la información de ella. Mandamos los documentos necesarios antes de que la llevaran a la Corte”, compartió Mary Carter, directora del Centro. “También la ayudamos con el daño psicológico que dejó esta situación en ella y sus hijos”.
El Centro Intercultural de la Mujer, en el 303 de Lincoln St., atiende a unas 4 mil personas cada año en uno de los enclaves más necesitados de Nuevo México.
En el edificio cercano a la iglesia católica St. Anthony se imparten clases de inglés, de ciudadanía, se comparte información sobre dónde obtener servicios básicos, y como en el caso de la madre de familia que casi terminó en la cárcel, se ayuda a los inmigrantes a resolver situaciones que pueden alterar sus vidas.
También se les dan las herramientas para continuar su educación, prepararse para encontrar mejores oportunidades y obtener la ciudadanía estadounidense.
“Nuestra misión es proporcionar un lugar donde las mujeres de nuestra comunidad trabajen en equipo para desarrollar su potencial social, espiritual y político”, dijo Carter.
Opera ONG en uno de los enclaves más necesitados de Nuevo México
El Centro opera en Anthony, Nuevo México, una comunidad mayormente inmigrante, obrera y con necesidad de oportunidades educativas.
Según la Oficina del Censo, solo el 4% de la población en Anthony, que es en sí una especie de centro de convergencia para las comunidades de Berino, Chamberino y Vado, tiene una licenciatura. El ingreso promedio es de 22 mil dólares anuales y el 72% de los 9 mil 360 habitantes nacieron fuera de Estados Unidos.
El Centro fue una iniciativa de un grupo de monjas católicas ansiosas por ayudar a las mujeres inmigrantes en la década de los 60. La prioridad entonces era ayudarlas a ajustarse al cambio de país a través de la espiritualidad, educación y arte.
Hoy en día, el centro de enfoca en la educación y el "empoderamiento", o sea, darles las herramientas para que ellas mismas resuelvan sus problemas y progresen.
Al entrar al edificio, lo primero que ven los visitantes son folletos informativos, así como obras de arte donde que reflejan la religión y el orgullo hispano.
“Nos enfocamos mucho en educación alternativa y desarrollo personal. Por ejemplo enseñamos a las mujeres como convertirse en ser económicamente autosuficiente y como ejercer su poder y deber civil”, comentó Carter.
Tanto así que el viernes por la mañana varios residentes de Anthony y otras comunidades cercanas acudieron al Centro para reunirse con el congresista Steve Pearce. Durante la junta, varios residentes externaron preocupación en temas de inmigración, seguridad y educación.
“Ese es nuestro propósito, que la comunidad se mantenga informada de las decisiones que están tomando nuestro gobierno”, dijo Carter, quien fue la moderadora de las preguntas al congresista. “Buscamos hacer este tipo de conexiones para empoderar a nuestra comunidad”.
Carter y su equipo de voluntarios han establecido diálogo y una relación con otras organizaciones privadas y con agencias del gobierno federal, entre ellas la Patrulla Fronteriza. Esto es importante para disminuir el temor de la comunidad y para resolver conflictos.
Una de las herramientas de "poder" para los inmigrantes es hacerse ciudadanos estadounidenses, si cualifican para ese beneficio.
“Tenemos un programa de ciudadanía completamente exitoso”, dijo Carter, señalando que alrededor de 150 personas al año tramitan su ciudadanía ahí, luego de tomar clases de inglés y civismo.
“Vamos aprendiendo con los casos individuales, tenemos todo el material para hacerlo”, dijo Carter, recalcando que el Centro también ayuda a varones.