Aumento discrimina a ciertos grupos
Desde el 1 de septiembre, los nadadores de El Paso han estado pagando mucho más por usar las piscinas de la ciudad. El primer aumento desde el 2008 se justificó aduciendo el aumento de los costos, y que es preferible a reducir las horas de uso de las albercas. Las tarifas para adultos van de 2 a 3 dólares, un aumento del 50 por ciento.
Mi objeción es el incremento, casi al doble, de las tarifas para los menores de 18 y mayores de 60, de 1 a 2 dólares. Esto se hizo sin tomar en cuenta a la opinión pública.
Las grandes familias de clase obrera y personas de la tercera edad, tratando de sobrevivir de la seguridad social, serán fuertemente afectados por este acto. El increíble aumento del 100 por ciento en detrimento de los usuarios vulnerables puede causar una fuerte disminución visitantes de estos sitios de recreo y de ingresos. Una espiral mortal para los centros acuáticos públicos es el peor de los escenarios. El final del verano, cuando el número de usuarios tradicionalmente declina, es el peor momento posible para programar un aumento de tarifas.
Propongo a Wright Stanton, gerente de Centros Acuáticos de la Ciudad, que el aumento sea de 50 por ciento en general. Los niños y los adultos mayores pagarían 1.50 dólares en lugar de un dólar. La admisión de adultos subiría de 2 a 3 dólares, como se propuso originalmente. Los pases mensuales deben fijarse en 10 veces la tarifa diaria.
Nadie está interesado en la compra de pases en la actualidad, porque se establecen en 25 veces la tasa diaria, una propuesta perdedora, incluso para los nadadores frecuentes.
Incidentalmente, todas las instalaciones acuáticas de la ciudad aceptan monedas de diferente denominación, por lo que las tarifas pagadas en fracciones no son un problema. El Sr. Stanton puede ser contactado en el (915) 212-2143. Si desea unirse a este esfuerzo, el alcalde y las oficinas de la administración municipal y su representante del distrito, son posibles contactos.
Este nuevo compromiso de sentido común es en el mejor interés de todos los involucrados. Los socorristas y los asistentes de la alberca son empleados por hora sin beneficios ni estabilidad laboral. Serían las primeras víctimas de cortes o cierres operacionales completos como una razón probable, a consecuencia de una mala decisión.