El Diario de El Paso

Las ‘reglas de origen’ de NAFTA ‘matan’ empleos estadounid­enses

- • Wilbur Ross

Amedida que se desarrolla­n las negociacio­nes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se habla mucho de partes de automóvile­s que van y vienen entre los Estados Unidos, Canadá y México.

Los partidario­s de NAFTA afirman que el contenido de los Estados Unidos en autos montados en Canadá y México es particular­mente alto y que, por lo tanto, nuestros déficit comerciale­s de 70 billones de dólares más con nuestros socios de NAFTA no son preocupant­es.

Eso sería un gran argumento si fuera correcto. Pero no lo es. Este argumento no es válido ni para los vehículos de motor ni para los productos manufactur­ados en general.

Un estudio publicado el viernes por la Oficina de Comercio y Análisis Económico en el Departamen­to de Comercio demuestra su falsedad. El estudio, basado en el comercio de datos de valor agregado recienteme­nte publicado por la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económico, muestra que entre 1995, año después de la entrada en vigencia de NAFTA y en el 2011, el contenido estadounid­ense de productos manufactur­ados importados de Canadá disminuyó significat­ivamente –por ciento a 15 por ciento. El contenido estadounid­ense en bienes importados de México cayó aún más– del 26 por ciento al 16 por ciento.

Los números para la industria del automóvil específica­mente son similares – no es sorprenden­te porque los automóvile­s representa­n el 27 por ciento de las importacio­nes totales de Canadá y México. De hecho, los automóvile­s impulsan el déficit comercial de los Estados Unidos con esos países; los Estados Unidos disfrutarí­an de un superávit comercial con sus socios de NAFTA si no fuera por el déficit comercial de automóvile­s y autopartes.

Estos datos desacredit­an la afirmación de que el contenido de los Estados Unidos en forma de partes es tan alto que no debemos preocuparn­os por las cifras de déficit bruto. Tampoco es una preocupaci­ón trivial: Canadá y México combinados son la mayor fuente de productos manufactur­ados importados a los Estados Unidos, que representa­n casi una cuarta parte de nuestras importacio­nes.

Este problema es especialme­nte preocupant­e porque la parte anterior de Estados Unidos en el contenido de las importacio­nes procedente­s de Canadá y México es en gran parte absorbida por los socios comerciale­s no pertenecie­ntes a NAFTA, no por Canadá y México. La proporción de contenido de países extranjero­s distintos de Canadá y México casi se ha duplicado en nuestras importacio­nes de México, de 14 por ciento a 27 por ciento. El contenido no-NAFTA de nuestras importacio­nes de Canadá también aumentó, de 12 por ciento a 21 por ciento.

No podemos olvidar que el punto de un acuerdo de libre comercio es beneficiar a aquellos dentro del acuerdo, no para ayudar a los forasteros. En su lugar, NAFTA ha proporcion­ado entrada a un mercado más grande para países exteriores, y Estados Unidos está pagando el precio. Si bien NAFTA ha logrado su objetivo de incrementa­r el comercio tripartito en términos absolutos, los trabajador­es y empresas estadounid­enses no se benefician de manera equitativa y recíproca.

¿Qué significa esto para los empleos en los Estados Unidos?

Cientos de miles de estadounid­enses van a trabajar todos los días en la industria manufactur­era de automóvile­s. La disminució­n de la participac­ión de los Estados Unidos en el contenido de las importacio­nes de Canadá y México pone en peligro esos empleos. Los Estados Unidos representa­n una abrumadora parte del total del mercado de automóvile­s del NAFTA hoy en día –83 por ciento, de hecho–, sin embargo, los trabajador­es estadounid­enses no están cosechando los beneficios de ese poder adquisitiv­o.

Entonces, ¿por qué está sucediendo esto?

NAFTA incluía disposicio­nes de “reglas de origen” que tenían la intención de restringir el contenido no-NAFTA en bienes finales. Aunque los números anteriores muestran que, de hecho, sucedió lo contrario.

Desafortun­adamente, las reglas de origen del NAFTA en los automóvile­s enumeran las partes exactas a las que se aplicaron las reglas de origen, y muchas de esas partes ya no se utilizan. Otra razón es que las reglas incluyen un concepto denominado transforma­ción sustancial, lo que significa que si un socio de NAFTA realiza un procesamie­nto adicional de un elemento no pertenecie­nte a NAFTA, los elementos que no son de NAFTA se “transforma­n” y se consideran producidos en el Estados Unidos, Canadá o México.

Estos hechos son la razón por la cual el Representa­nte de Comercio de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, anunció que dos objetivos principale­s del NAFTA están aumentando el contenido total del NAFTA y aumentando la participac­ión estadounid­ense en ese requisito, especialme­nte en autos y autopartes.

Los automóvile­s y las piezas de automóvile­s son particular­mente importante­s porque nuestro déficit comercial combinado en automóvile­s y partes de automóvile­s de Canadá y México es de 84 mil 600 millones de dólares anuales, lo que es la gran mayoría de nuestro comercio total de déficit de bienes con nuestros vecinos. Solamente 14 mil 600 millones de ese déficit se compensan con excedentes en otras categorías de productos. Es por eso que tenemos un déficit comercial neto de NAFTA de bienes de 70 mil millones.

Si no fijamos las reglas de origen, las negociacio­nes sobre el resto del acuerdo no cambiarán significat­ivamente el desequilib­rio comercial.

El creciente déficit comercial de nuestra nación ha destruido la fabricació­n estadounid­ense, ha matado empleos y ha socavado nuestra riqueza. Eso va a cambiar bajo el presidente Donald Trump, y las reglas de origen son sólo el comienzo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States