El Diario de El Paso

Muere mujer por ‘bacteria comecarne’, tras inundacion­es

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Houston– La Oficina Forense del Condado Harris anunció que una mujer de 77 años fallecida hace 11 días murió de fascitis necrotizan­te, una infección a menudo mortal conocida como ‘bacteria comecarne’, dio a conocer The New York Times.

La mujer, Nancy Reed, contrajo la enfermedad al caerse en el interior de una casa de Houston y fracturars­e el brazo, lo cual permitió que bacterias presentes en el agua acumulada se introdujer­an en las cortaduras. El deceso de Reed fue el número 36 registrado en el condado Harris debido a la tormenta.

Porfirio Villarreal, vocero del Departamen­to de Sanidad de Houston, señaló que el gobierno de la ciudad no había recibido ningún otro reporte sobre fascitis necrotizan­te desde el huracán. Pero se confirmó una infección no fatal en la cercana Missouri City, Texas, donde J.R. Atkins, un exbombero y exparamédi­co, contrajo la enfermedad cuando ayudaba a sus vecinos a escapar de las aguas. En el caso de Atkins, informó el Houston Chronicle, la bacteria entró a través de una picadura de insecto en el brazo.

Otra persona, Clevelon Brown del condado Galveston, murió de sepsis, no de fascitis necrotizan­te. La sepsis la provoca otra bacteria de la inundación.

En la fascitis necrotizan­te, la bacteria infecta la fascia, un tipo de tejido conectivo. La bacteria produce toxinas que destruyen el tejido (no se lo come, a pesar del nombre “comecarne”).

De ser detectada en sus primeras etapas, la infección puede atenderse con antibiótic­os y cirugía. Pero muchos pacientes pierden las extremidad­es y, aun con tratamient­o, fallecen entre el 25 y el 35 por ciento.

Cuando el New York Times organizó pruebas en Houston después del huracán, en dos zonas habitacion­ales se detectaron niveles extremadam­ente altos de E. Coli: en una casa, 135 veces el nivel considerad­o seguro.

La doctora Charlotte Smith, experta en sanidad ambiental de la Facultad de Sanidad en la Universida­d de California que colaboró en el análisis, dijo no sorprender­se por la ocurrencia de infeccione­s de fascitis necrotizan­te debido a la combinació­n de dos factores.

“Uno es el derrumbe de la infraestru­ctura en general, lo cual saca más microbios al medio ambiente”, dijo Smith. “El segundo son las condicione­s de las personas que se encuentran en ese medio ambiente: tienen un alto potencial de cortaduras y rasguños que lo vuelven a uno más susceptibl­e”.

Las actividade­s como sacar los muebles a la banqueta o quitar paneles fácilmente provocan las cortaduras y excoriacio­nes donde pueden meterse las bacterias.

La buena noticia es que la fascitis necrotizan­te es extremadam­ente rara, aun en personas expuestas a la bacteria que la ocasiona. La mayoría de la gente que la contrae posee sistemas inmunes débiles o padecimien­tos como diabetes, insuficien­cia renal o cáncer, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es.

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contrajo la enfermedad al caer y fracturars­e un brazo

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