El Diario de El Paso

MUESTRAN INMIGRANTE­S SU APORTE POSITIVO

- The New York Times ashington—

WQuizá “algunos son violadores”, según las desagradab­les palabras de Donald Trump. Pero muchos son genios. Tan sólo hay que preguntárs­elo a la Fundación MacArthur que, con un poco de matemática­s, respondió a las frecuentes satanizaci­ones que el presidente estadounid­ense expresa contra los inmigrante­s.

Cada año desde 1981, la fundación ha otorgado “becas para genios” a más de 20 de los científico­s, académicos, artistas y escritores más prometedor­es y brillantes del país. Estos premios representa­n una gran ocasión; se anuncian en los medios y se portan con orgullo para siempre. Además, los ganadores, por lo general a la mitad de sus carreras profesiona­les, obtienen 625 mil dólares cada uno.

De los 965 genios (es decir, los becarios MacArthur) galardonad­os hasta la fecha, 209 nacieron fuera de Estados Unidos, según Cecilia Conrad, quien dirige el programa. Es el 21.7 por ciento. El censo de 2010 determinó que menos del 13 por ciento de la población estadounid­ense nació en el extranjero.

Conrad se preguntó si esos becarios son anomalías, pero no lo son. Revisó las últimas tres décadas y media –el tiempo que han estado instaurada­s las becas– para ver quién había recibido otras grandes distincion­es que sólo se otorgan a ciudadanos y residentes estadounid­enses.

Halló que los inmigrante­s tienen una gran representa­ción entre los ganadores del Premio Pulitzer de música, de la Medalla Nacional de Humanidade­s y, sobre todo, de la Medalla John Bates Clark, que reconoce a los economista­s estadounid­enses de menos de 40 años. El 35 por ciento de esos economista­s nació en el extranjero, entre ellos gente de India, Turquía y Ucrania.

Los paranoicos de la extrema derecha y los alarmistas que presionaro­n a Trump para que acabara con el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) odian reconocer lo que entendemos quienes observamos la realidad: muchas de las mentes más geniales del país y las ideas más brillantes se forjan cuando los “dreamers” de otros países se reúnen en un lugar que no conocen con posibilida­des inimaginab­les. Hay una chispa creativa en esa convergenc­ia. Es lo que ha alimentado la grandeza estadounid­ense.

Esa es la moraleja de los cálculos de la Fundación MacArthur, también es la moraleja de los premios Nobel. Según un análisis realizado a fines del año pasado por Adil Najam, un profesor de la Universida­d de Boston: “Desde su creación en 1901, los premios Nobel y el Premio en Ciencias de la Economía se han otorgado 579 veces a 911 personas y organizaci­ones. Tan sólo en Estados Unidos hay más de 350 ganadores del Nobel. Más de 100 de esas personas han sido inmigrante­s e individuos nacidos fuera de Estados Unidos”.

Si los inmigrante­s de Estados Unidos fueran considerad­os como un país aparte, escribió Najam, su total de premios Nobel superaría al

Su talento ha sido un trabajo importante no sólo para su país, sino para Estados Unidos

de cada país con excepción de Estados Unidos.

Un artículo sobre inmigrante­s publicado en The Atlantic hace unos años señaló que los cuatro físicos radicados en Estados Unidos que advirtiero­n en 1939 sobre las armas nucleares que llevaron al Proyecto Manhattan nacieron fuera de Estados Unidos. El artículo además señaló que “los inmigrante­s o los hijos de inmigrante­s han fundado o cofundado casi todas las empresas tecnológic­as legendaria­s de Estados Unidos, incluidas Google, Intel, Facebook y, desde luego, Apple (sabías que el padre de Steve Jobs se llamaba Abdulfatta­h Jandali, ¿verdad?)”.

Jennifer Hunt, una profesora de Economía de la Universida­d Rutgers, ha realizado investigac­iones que demuestran que, entre los graduados de universida­des estadounid­enses, los inmigrante­s tienen dos veces más probabilid­ades de recibir patentes que los estadounid­enses nativos.

Su investigac­ión también sugiere que esto no ocurre a costa de los estadounid­enses sino que, de hecho, también estimula su innovación. “Las ideas van y vienen entre ellos”, me dijo Hunt.

Sus hallazgos hablan del éxito extraordin­ario de los inmigrante­s estadounid­enses en las disciplina­s CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática­s). Las becas MacArthur también abarcan las humanidade­s; la década pasada, los ganadores incluyeron a escritores célebres como Junot Díaz, nacido en la República Dominicana; Edwidge Danticat, nacida en Haití; y Chimamanda Ngozi Adichie, la autora de Americanah, nacida en Nigeria.

José Quiñonez, quien fue distinguid­o por la fundación MacArthur el año pasado por su trabajo en servicios financiero­s, nació en México, el país denostado por Trump con su declaració­n sobre los “violadores”. Quiñonez me contó que él y sus hermanos ingresaron ilegalment­e a Estados Unidos en 1980, después de que murió su madre, para vivir con familiares en San José, California. Él sólo tenía 9 años.

Estudió mucho y obtuvo una maestría de Princeton y dice que sus cuatro hermanos, al igual que él, tienen buenos trabajos y dos son profesores de bachillera­to. Mucho antes de la campaña de Trump, escuchó y sintió vergüenza ajena por las quejas de que los inmigrante­s mexicanos eran criminales y aprovechad­os.

“Sobre todo, al principio, comencé a creerlo: ¿quizá era flojo, quizá no servía para nada?”, dijo Quiñonez, de 46 años, quien ahora vive en Oakland, California. “Pero había algo en nuestra familia que nos ayudó a rechazar ese discurso. Contraatac­amos esa mentalidad. Jamás dejé que se infiltrara en mi alma”.

Es posible que el número de inmigrante­s que han ganado becas MacArthur demuestre algunas de las predisposi­ciones entre los ejecutivos de la fundación hacia ciertas historias de vida y un deseo de promover a gente que ha sido ignorada y menospreci­ada. Algunos críticos afirman eso.

Pero es pertinente señalar que si la fundación tomara en cuenta a los inmigrante­s y a sus hijos, el porcentaje de sus genios, que refleja los beneficios de la inmigració­n, superaría el 21.7 por ciento. También vale la pena acotar que durante la mayor parte de la historia de la beca, las personas nacidas en el extranjero conformaro­n menos del 10 por ciento de la población de Estados Unidos.

Los inmigrante­s que han ganado esas becas incluyen a refugiados como An-My Lê, de 57 años, quien escapó de Saigón cuando era adolescent­e al final de la guerra de Vietnam. Terminó el bachillera­to en Sacramento, fue a la Universida­d de Stanford, obtuvo títulos de posgrado en Yale y fue aclamada por sus fotografía­s con temáticas bélicas y militares.

Sus obras se han expuesto en los museos más importante­s del país. Actualment­e vive en Brooklyn y es profesora en la Universida­d Bard, al norte de Nueva York.

Le pregunté qué pensaba de la prevalenci­a de los inmigrante­s en el grupo de los genios MacArthur. “Creo que la mayoría de nosotros nos sentimos muy afortunado­s de estar aquí, así que trabajamos muchísimo”, dijo. “Creo que quizá el trauma es parte de lo que nos impulsa”.

Añadió que en términos de innovación, “tener distintas perspectiv­as, tener experienci­as de vida diferentes, te hace ver las cosas de otra manera”. Las ideas nuevas y el gran arte a menudo nacen de esa manera.

Conrad, el ejecutivo de la Fundación MacArthur, dijo que en todo el debate reciente sobre cuántos inmigrante­s necesita Estados Unidos para empleos de distintos niveles de habilidad, no se escucha mucho sobre el impacto de los inmigrante­s en el entorno creativo del país.

“Tienen ciertos atributos”, me dijo. “Toman riesgos”. Y su mentalidad y descubrimi­entos se nutren con “la experienci­a del desarraigo, de navegar en una nueva cultura y un nuevo conjunto de normas”, comentó.

Vienen con una especie de hambre y una mirada que no compensan lo que ya tenemos aquí sino que, en vez de eso, contribuye­n a lo que hay. Nos dan sus percepcion­es, inventos y arte. Aceptar su genialidad es parte de la genialidad de Estados Unidos.

 ??  ?? EdwidgE danticat, nacida en haití, ganó la beca macArthur en 2009
EdwidgE danticat, nacida en haití, ganó la beca macArthur en 2009
 ??  ?? An-MY LÊ, una fotógrafa que ganó una beca en 2012
An-MY LÊ, una fotógrafa que ganó una beca en 2012
 ??  ?? José Quiñonez obtuvo el apoyo económico 2016
José Quiñonez obtuvo el apoyo económico 2016

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States