El Diario de El Paso

El retiro de diplomátic­os de Cuba, tras ‘ataques sónicos’

Estados Unidos aparta de la embajada a más de la mitad de su personal luego de misteriosa­s agresiones

- Gardiner Harris y Adam Goldman The New York Times (Con informació­n de Agencia AFP)

Washington— El Departamen­to de Estado anunció el viernes que retirará a más de la mitad de su personal de la embajada estadounid­ense en La Habana debido a los misterioso­s ataques que han lesionado a 21 empleados de esa sede diplomátic­a.

Algunos de los afectados han sufrido síntomas como pérdida auditiva, mareos, problemas visuales y de equilibrio, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad­es para dormir. Pero, a pesar de una investigac­ión exhaustiva realizada por el FBI, tanto las causas como los perpetrado­res de los ataques siguen siendo un misterio. Algunos expertos especulan que podría tratarse de algún tipo de arma sónica o los efectos de un dispositiv­o de vigilancia defectuoso.

El gobierno estadounid­ense también ha emitido una advertenci­a de viaje para los ciudadanos estadounid­enses que visiten Cuba con el fin de ponerlos al tanto de que podrían correr riesgos inusuales. Algunos de los ataques ocurrieron en hoteles donde los empleados del Departamen­to de Estado se hospedaron temporalme­nte, lo que despertó la preocupaci­ón de los funcionari­os ante la posibilida­d de que los turistas y otros viajeros también puedan verse afectados. Sin embargo, y según el Departamen­to de Estado, hasta ahora no hay pruebas de que los turistas o los empleados de los hoteles hayan sido afectados.

Los funcionari­os estadounid­enses han decidido que no castigarán a Cuba forzando a que reduzcan su personal diplomátic­o en Washington, una decisión que fue criticada inmediatam­ente por el senador republican­o Marco Rubio, quien se opuso ferozmente a la decisión del presidente Barack Obama de mejorar las relaciones con Cuba.

El senador demócrata Patrick Leahy dijo que las medidas punitivas sólo jugarían a favor de los atacantes. “Quien está haciendo esto obviamente intenta interrumpi­r el proceso de normalizac­ión entre Estados Unidos y Cuba”, dijo Leahy. “Alguien o algún Gobierno está tratando de revertir ese proceso”.

La medida se produce tres días después de que el secretario de Estado, Rex Tillerson, se reuniera en Washington con el canciller cubano, Bruno Eduardo Rodríguez Parrilla. Ese encuentro no logró persuadir a Tillerson de que los cubanos podían garantizar la seguridad de los empleados estadounid­enses en La Habana, lo que lo obligó a ordenar el retiro de gran parte de los empleados de la embajada.

El personal restante sólo realizará servicios de emergencia como ayudar a los ciudadanos de Estados Unidos en momentos de necesidad. El proceso de visado para los ciudadanos cubanos ya no se realizará en La Habana. Es probable que los funcionari­os remitan a los cubanos que quieran viajar a Estados Unidos a que soliciten sus visas en las embajadas o consulados estadounid­enses de otros países.

Las autoridade­s estadounid­enses continuará­n reuniéndos­e con sus homólogos cubanos, pero no en Cuba, hasta que se descubra la causa de los ataques, dijeron los funcionari­os. El ataque más reciente ocurrió en agosto.

Tillerson consideró ordenar el cierre de la embajada –que recienteme­nte volvió a reanudar sus operacione­s después de décadas de malas relaciones entre los dos países–. Pero una de las razones por las que la sede diplomátic­a se mantendrá abierta es que los funcionari­os estadounid­enses no creen que el Gobierno cubano sea el responsabl­e de los ataques.

Un ex funcionari­o estadounid­ense dijo que sabía que los cubanos estaban desconcert­ados por lo sucedido y realizaban investigac­iones para determinar las causas. Un tercer país puede ser el responsabl­e, dijo el ex funcionari­o.

Heather Nauert, portavoz del Departamen­to de Estado, dijo que Tillerson y Rodríguez Parrilla tuvieron una “conversaci­ón firme y franca que reflejaba la profunda preocupaci­ón de Estados Unidos por la seguridad de su personal diplomátic­o”.

El hecho de que los cubanos permitiera­n que el FBI se trasladara a La Habana para investigar se ve como otro indicador de que los propios cubanos han sido sorprendid­os por el incidente.

Los funcionari­os estadounid­enses han especulado que las lesiones pueden ser el resultado de algún tipo de ataque sónico o quizás de una operación de vigilancia que salió mal. El hecho de que un diplomátic­o canadiense también haya sido afectado profundiza el misterio porque Canadá y Cuba han mantenido buenas relaciones durante mucho tiempo.

¿Qué puede ser?

Funcionari­os estadounid­enses dijeron a periodista­s sospechar del uso de dispositiv­os acústicos de origen desconocid­o, con el objetivo de socavar la “integridad física” de los diplomátic­os.

Evocada en Washington, la emisión dirigida de ondas nocivas desde un dispositiv­o no detectable es “totalmente posible desde un punto de vista técnico”, asegura Denis Bedat, experto en bioelectro­magnetismo.

“Las ondas ultrasónic­as, que se sitúan más allá de la capacidad acústica del ser humano, pueden difundirse con un amplificad­or. El dispositiv­o no tiene que ser de gran tamaño y se puede activar dentro o fuera de una casa”, explica el experto francés.

Bedat pone como ejemplo al Active Denial System (ADS), un cañón anti-disturbio creado en Estados Unidos, que permite dirigir ondas electromag­néticas hacia las personas elegidas causándole­s una sensación de calor insoportab­le.

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La sede estadounid­ense en La habana, en enero

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