Sobrevivió a tiroteo, ahora cantará aquí
Jake Owen había bajado el domingo del escenario del Route 91 Harvest Festival en Las Vegas y se encontraba viendo el show de otro artista, Jason Aldean, cuando sonaron los balazos.
“Estábamos en medio de todo. Cuando empezaron los disparos se podían oír las balas rebotar en el techo del escenario”, declaró Owen a la revista People.
Owen está programado para tocar el próximo 14 de octubre en el festival Way Out West, en el Southwest University Park de El Paso, y al parecer no piensa faltar a la cita. “Creo que es nuestro deber como artistas resistir este tipo de cosas”, dijo el cantante del género country a los medios nacionales. “No pueden mantenernos asustados, no vamos a vivir con miedo. Vamos a seguir haciendo esto, porque creo que parte de ser artistas es traer felicidad a la gente”.
Preparan festival ‘country’ en estadio de los Chihuahuas; confían en seguridad de arenas locales
Aescasos días de la balacera en la que murieron 59 personas y cientos más resultaron heridas, la pregunta obligada es qué tan seguro es ir a un concierto u otro evento masivo, ya sea en El Paso o en cualquier otra ciudad.
Autoridades y empresarios locales afirman que la seguridad del público siempre ha sido prioritaria y que cuentan con un arsenal de herramientas para proteger a las masas. Esto incluye seguridad uniformada y encubierta, cámaras de circuito cerrado, detectores de metal, revisiones de bolsas y mochilas, entre otras.
“Tenemos cámaras de seguridad en cada rincón y sabemos perfectamente quién entra o sale, ya sea a pie o en auto. Estamos cubiertos con cámaras de video 360 grados”, indicó Brian Kennedy, director del Coliseo de El Paso, lugar frecuente de conciertos.
“Fuimos los primeros en comprar nuestros propios detectores de metales, pero no sólo nos preocupa lo que ingrese al lugar sino también lo que se queda afuera”, indicó Kennedy. Esto haciendo referencia a que el ataque que ocurrió en Las Vegas fue al exterior y no al interior de algún recinto de entretenimiento.
“Tener a la gente afuera es hacerlos un blanco fácil, por eso es importante tener en todos los eventos a elementos policiacos (uniformados) que se hagan notar. Si es así, cualquier agresor pensará dos veces antes de hacer algo. Además no tenemos grandes edificios alrededor, lo cual facilita proporcionar seguridad”, resaltó.
El atacante de Las Vegas, Stephen Paddock, disparó desde un hotel cercano a donde se desarrollaba el festival Route 91 Harvest.
Control de multitudes
Según Kennedy, al acudir a los eventos, la gente va en grupos, lo que los vuelve vulnerables a cualquier tipo de ataque, es por eso que la seguridad del Coliseo tiene un cerco de guardias que trata de ‘dispersar’ a la gente ‘rápidamente’, por su seguridad.
“Lo que los guardias hacen es encaminarlos a salir rápido del lugar, para que si alguien planea algún ataque, no los pueda agarrar juntos. Nuestros guardias y la Policía se encargan de vigilar los alrededores para asegurarse que no haya nada sospechoso”, mencionó.
Kennedy agregó que en cada evento cuentan con la colaboración de la Policía de El Paso y alguaciles del Sheriff, lo que les permite tener acceso a la base de datos de ambas corporaciones, que está sincronizada con las cámaras del lugar que tienen un software que reconoce rostros.
Por otro lado, Alexandra South, encargada de mercadotecnia del Parque Ascárate, donde cada año se realiza el festival Sun City Music, que reúne alrededor de 14 mil personas, mencionó que se tiene personal ‘especializado’ para detectar cualquier peligro.
“El evento dura dos días y cada día hubo cerca de 14 mil personas y para garantizar su seguridad contamos con la presencia de 70 agentes del Sheriff, más 120 guardias privados y tenemos varios puntos de revisión para evitar cualquier incidente”, comentó South.
Explicó que cuando ellos hacen éste y otros eventos en el parque, se aseguran que los edificios de los alrededores estén cerrados después de sus “horas de operaciones” y resaltó que el único edificio alto es la torre del centro de formación de los Bomberos de El Paso.
“Ellos son los únicos con un edificio alto cerca de nosotros y está muy bien protegido, así que es prácticamente imposible que alguien fuera de la corporación accese al lugar”, dijo la mujer.