En el limbo, cientos de ‘dreamers’ paseños
Perderán permiso de trabajo y estarán en riesgo de deportación
Esperanza González es una estudiante de la Universidad de Texas en El Paso que desde los 4 meses de edad llegó a los Estados Unidos, después de que sus padres huyeran de la violencia de la que fueron víctimas en México.
“Desde que tengo uso de razón, éste ha sido mi país, hasta el día de hoy, jamás he estado en México, no lo conozco”, expresó.
Ahora, Esperanza se encuentra en una situación en donde la incertidumbre es el sentimiento diario al despertar.
La estudiante paseña es parte de los miles de ‘dreamers’ que se quedarán en el país sin renovación, debido a que su permiso expira después de la fecha límite que Donald Trump estableció para la renovación.
El 5 de octubre del 2017 fue la fecha límite para renovación de los permisos de DACA que expiran antes del 5 de marzo del 2018, sólo seis meses después del anuncio de la recesión de DACA.
Sin embargo, para muchos, la oportunidad de renovar sus permisos no fue posible debido al tiempo que Trump dictaminó.
Tal es el caso de Flor, cuya autorización de DACA vencerá el 9 de marzo del 2018, sólo 4 días después de la fecha límite.
“Por cuatro años tuve este beneficio, se me abrieron muchas puertas, pero ahora tengo mi corazón roto porque mis sueños pararon desde que el presidente Trump nos arrebató todo”, expresó.
En esta misma situación se encuentran miles de jóvenes alrededor del país. En el último conteo, efectuado el pasado 4 de septiembre de este año, aproximadamente existían 207 mil ‘dreamers’ cuyo permiso expira entre el 6 de marzo y el 31 de diciembre del 2018. Este sería el primer grupo de personas que pudieran perder su estadía legal en el país.
“Hasta ahorita no sé qué pasará conmigo, ya que Inmigración tiene todos mis datos, tengo miedo por mi familia y por mí. Mi pregunta es: ¿Es éste el sueño americano?”, manifestó Flor, y se denomina como ‘una soñadora más’.
De igual forma, la paseña Ana Vázquez llegó cuando tenía 12 años de edad, para ingresar al octavo grado de secundaria a un país que era totalmente desconocido y ahora es su hogar.
Ana es parte de aquellos estudiantes que no podrán renovar su permiso de DACA debido a que tampoco entró en el período de renovación que la administración de Trump estableció.
“Mi DACA expira el 16 de marzo del 2018, me quedé a 11 días fuera del período de renovación”, expresó Ana a El Diario de El Paso.
Para la estudiante, quien mencionó que es madre de una niña de 7 años, nacida en territorio estadounidense, el poder ser parte del programa DACA le otorgó muchos beneficios, entre ellos, una carrera, un mejor trabajo, comprar una casa propia y un vehículo para llevar a su pequeña hija a la escuela.
“Para mí este beneficio fue el ya no tener que trabajar de lunes a domingo en una labor, en la pizca como muchos la conocen, sin documentos; es casi lo único a que puedes aspirar”, expresó.
“DACA me permitió sacar mi casa propia, tener un buen trabajo, no sé qué es lo que pasará con mi familia, no sé qué le diré a mi hija, que en su país no me quieren a mí y que por eso esta la necesidad de renunciar a todo”, comentó.
Los que no renovaron
De los cerca de 800 mil beneficiarios, 154 mil estaban llamados a renovar por última vez y según los últimos datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), solamente lo hicieron 118 mil. Es decir, un 23 por ciento no tramitó su renovación. Esto representa alrededor de 36 mil ‘dreamers’ elegibles.
Las causas, de acuerdo a profesionales en inmigración y sociología, datos recabados en prensa nacional indican que los factores van desde falta de dinero, miedo, el plazo tan corto de tiempo de renovación, y posiblemente el impacto de los huracanes ocurridos en los últimos meses.
De acuerdo con datos de USCIS, 495 dólares es la cantidad que costó aplicar para la renovación de DACA. A esa cifra, se le deben sumar los gastos adicionales, como las fotos, el sobre, el pago del correo exprés, además de aquellos que requirieron ayuda de un profesional en inmigración, como un abogado.
Aunque muchas asociaciones ofrecieron asistencia legal gratuita, localmente la Diócesis Católica y el Consulado de México en El Paso, el miedo fue factor importante que influyó en el futuro de los cientos de ‘dreamers’ locales.