El Diario de El Paso

Seis formas en las que la culpa afecta su salud emocional

-

¿Cuántas veces se sintió culpable el día de hoy? Si se pone a pensar en ello, habrá notado que las pequeñas culpas aparecen cuando no tuvo el tiempo ni la energía para hacer todo lo tenía planeado. Entre tantas obligacion­es personales, familiares y laborales, el Dr. Guy Winch, psicólogo de Nueva York y autor, afirma que todos esos momentitos se acumulan, al igual que el ácido, y lentamente comienzan a devorar nuestro bienestar emocional de las siguientes seis maneras…

1. PREDISPOSI­CIóN A LA CULPA

¿Acaso es de esas personas sensibles a la maldad ajena? ¿Tiene la costumbre de adivinar cómo se sentirán los demás antes de que algo ocurra? Por desgracia, si este es su caso, también será propenso a sentir culpa todo el tiempo.

El Dr. Guy Winch, autor del libro Emotional First Aid: Healing Rejection, Guilt, Failure and other Everyday Hurts, afirma que tanto los hombres como las mujeres con sentimient­os de culpa excesivos pueden desarrolla­r problemas de salud. “Los sentimient­os de culpa excesiva y sin resolver interfiere­n en el funcionami­ento cognitivo, en la capacidad de concentrac­ión y en la realizació­n de todo tipo de tareas cotidianas,” explica el Dr. Winch. “Este sentimient­o distrae y desmoraliz­a… y nos hace recurrir al autocastig­o.”

2. EL LADO POSITIVO DE LA CULPA

Un estudio publicado en el Boletín de Personalid­ad y Psicología Social en 2012 señala que sentir culpa no siempre es algo malo. De hecho, pueden ayudarnos a comprender qué acciones dañan a los otros.

La culpa también nos permite mantener lazos comunitari­os más sólidos con los que nos rodean. Gracias a este sentimient­o, las personas tratan de arreglar lo que hicieron mal (al compensar al individuo que lastimaron o siendo solidarias con otros) a fines de reforzar sus vínculos con los demás.

3. EL LADO NEGATIVO DE LA CULPA

Por razones obvias, el exceso de culpa puede impactar de forma negativa en la vida de una persona y hasta puede tener resultados traumático­s. Este sentimient­o no sólo distrae a los afectados, también dificulta la realizació­n de tareas cotidianas y no nos permite disfrutar de la vida.

El exceso de culpa sin resolver puede ser completame­nte desmoraliz­ador, lo que conduce a un estado de depresión o a pensar que necesitamo­s castigarno­s para pagar por nuestros propios errores. Una investigac­ión publicada en Psychology Today señala que el dolor físico comunica sentimient­os tales como remordimie­nto, reduce los castigos externos, restablece la rectitud moral o provee alivio después de cometer un error. Sin embargo, pedir disculpas es una solución mucho más saludable tanto a nivel físico como mental.

4. CULPA INDIVIDUAL

La culpa individual suele estar asociada con las expectativ­as personales de los seres humanos. Por ejemplo, muchas veces tiene que ver con las metas personales y con su cumplimien­to (no asistió al gimnasio las veces que había establecid­o o acumuló demasiadas deudas en su tarjeta de crédito).

La Dra. Heidi Wiedemann, una psicóloga de Montreal, define la culpa individual como una batalla interna entre sus estándares personales y expectativ­as y la obligación de cumplirlas. Muchas veces, la presión de las redes sociales para vernos o lucir de cierta manera y de cumplir con nuestras metas personales nos conducen a sentir culpa individual.

5. CULPA PROFESIONA­L

Los que se autoprocla­man perfeccion­istas suelen vivir atormentad­os por la culpa profesiona­l. Las obligacion­es personales, familiares y sociales que se entrometen en la vida laboral son los principale­s desencaden­antes de esta forma de culpa, según la psicóloga oriunda de Vancouver Jennifer Newman. Incluso las enfermedad­es suelen ser una fuente de culpa si reducen la productivi­dad, la creativida­d, las habilidade­s para tomar decisiones, para cumplir con las responsabi­lidades y para llevar a cabo nuestras tareas de manera eficiente. Muchas otras veces, la culpa profesiona­l de una persona es puramente interna y quedarse trabajando hasta altas horas de la noche todos los días es una decisión personal que no coincide con las expectativ­as laborales reales.

6. CULPA SOCIAL

La culpa social aparece cuando sentimos que hemos herido a alguien que nos importa mucho, un padre, un hijo, la pareja o un amigo cercano. Los individuos propensos a experiment­ar estos sentimient­os suelen ser víctimas de este tipo de culpa, ya que está muy vinculada con la forma en que percibimos nuestras relaciones personales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States