Lanzan campaña de justicia social
Se unen activistas locales a movimiento de ‘renovación moral’
Más de un centenar de personas marcharon ayer por las calles del Centro de El Paso para denunciar la marginación de los pobres, los inmigrantes, la comunidad gay y los votantes minoritarios.
Los manifestantes incluyeron activistas locales y miembros de organizaciones nacionales que encabezan la ‘Campaña de la Gente Pobre’, un movimiento que urge a los estadounidenses a sumarse a un “renacimiento moral” ante el abandono y la intolerancia actuales.
“Entendemos la conexión con el racismo; lo hemos visto no sólo en la supresión del voto, sino también en la supresión de los derechos de los inmigrantes, de la gente indocumentada, la pobreza sistemática, y la economía de guerra y la militarización”, dijo el reverendo William J. Barber, codirector de la campaña.
El movimiento dirigido por Barber y Liz Theoharis ha organizado 15 eventos en los últimos dos meses en varias ciudades, las cuales han atraído en conjunto a miles de personas. El movimiento fue inspirado por el extinto líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr.
“En la última elección presidencial tuvimos 26 debates pero ni uno solo sobre la pobreza, ni uno solo sobre el racismo, ni una hora sobre la inmigración o sobre el sistema de salud”, dijo Barber. “Estos temas impactan a millones de personas. Es tiempo de tener un movimiento que diga “no más” a eso. Si no cambias la conversación, no puedes cambiar la agenda”.
La marcha que inició en el Café Mayapán y terminó en el Centro de Recreación Armijo fue coorganizada por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos.
“Hemos trabajado en construir la campaña de la gente pobre de los últimos dos años, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos es parte del comité coordinador de la campaña”, dijo el director ejecutivo de La Red, Fernando García.
“Nosotros siempre estamos tratando de buscar cómo conectar nuestra lucha de migrantes, de la frontera, con otras luchas. El racismo y la discriminación que estamos viviendo como inmigrantes también los sufren los afroamericanos, las comunidades indígenas, las comunidades transgénero y gays, y comunidades pobres. También están sufriendo bajo ese mismo sistema de opresión”, agregó.
La campaña tiene planeados “40 días de desobediencia civil” empezando en mayo del 2018, que coincide con el inicio de las campañas políticas para el Congreso, luego de las primarias republicanas y demócratas. De acuerdo a Barber, estos eventos ocurrirán en 25 estados y el Distrito de Columbia y reunirán en conjunto a un cuarto de millón de participantes.
Aunque el reverendo ha viajado a cada uno de los 15 eventos en todo el país, dijo haberse visto impactado durante su visita a la frontera.
“De todos los lugares a donde he ido, lo más gratificante fue estar parado en ese río, en ese lodo. Pensé, no acabo de caminar en un río, sino en lodo hasta las rodillas, y ver a otra gente hacer lo mismo para que pudieran, por dos minutos, abrazar a un miembro de su familia”, dijo Barber, refiriéndose a un evento previo de “Abrazos, No Muros”, organizado por La Red.
Sin embargo, dijo tener confianza en el poder de un movimiento de la Campaña de Gente Pobre.
“Cada transformación principal en este país, como el movimiento de abolición (de la esclavitud), de los derechos humanos, del sufragio de las mujeres, pasó cuando gente impactada y con una agenda moral, decidió ponerse a pie”, dijo.