Multará Honolulú a quien cruce la calle y vea el celular
La nueva ley permite que la Policía infraccione hasta con 35 dólares a los peatones
Honolulu– Se ven por todas partes: las personas que caminan mientras tienen los ojos pegados a las pantallas de sus teléfonos celulares en las calles muy transitadas. Sin embargo, caminar y escribir puede ser peligroso, y las ciudades de Estados Unidos y Europa han empezado a hacer algo al respecto.
Honolulú aprobó una ley, la cual entró en efecto el miércoles y permite que la Policía multe hasta con 35 dólares a los peatones que estén viendo sus dispositivos electrónicos mientras cruzan las calles de la ciudad y de los condados circundantes. Se cree que Honolulú es la primera gran ciudad en promulgar una prohibición de este tipo.
“Esta legislación en verdad es un parteaguas que establece un estándar de seguridad”, afirmó Brando Elefante, el miembro del concejo de la ciudad que propuso el proyecto de ley. Según Elefante, los peatones compartirán con los conductores la responsabilidad de su seguridad.
En Estados Unidos, durante 2016, las muertes de los peatones subieron nueve por ciento en comparación con el año anterior y llegaron a 5 mil 987, el total de víctimas más alto en las calles estadounidenses desde 1990, según datos federales. Una de las razones podría ser el aumento significativo del uso de los teléfonos inteligentes, “una fuente usual de distracción mental y visual” tanto para los conductores como para los peatones, encontró un informe de la Governors Highway Safety Association.
“Me declaro culpable”, señaló Charles Chan Massey, director ejecutivo de la firma de administración Synaxis Meetings & Events, quien utiliza el tiempo entre juntas y almuerzos de negocios para ponerse al corriente con llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos mientras camina.
“Muchas personas lo hacen; saben que es un riesgo y lo hacen. Se convencen de que “este mensaje es importante”, mencionó. “Debemos estar conscientes de que sucede”.
Hay escasez de información que relacione directamente la distracción de los peatones con sus lesiones y sus muertes, pero también al parecer es un problema mundial. Hay estudios preliminares que “brindan pistas de comportamientos peligrosos”, señaló el Etienne Krug, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles, Discapacidad, Violencia y Prevención de Lesiones de la Organización Mundial de la Salud.
Por ejemplo, es casi cuatro veces más probable que la gente que escribe y camina esté involucrada en al menos una acción peligrosa, como cruzar la calle de manera imprudente o no voltear a ver los dos lados del camino, y se tarda 18 por ciento más tiempo en cruzar la calle que los peatones que no están distraídos. Las soluciones son “difíciles de legislar e incluso más difíciles de hacer cumplir”.
Hay algunas ciudades que han generado soluciones creativas para proteger a los zombis del teléfono celular, quienes hablan, escriben, escuchan música, revisan el correo electrónico e incluso se toman selfis. Dentro de las iniciativas están las estrategias que utilizan poca tecnología, como las señales ingeniosas en Hayward, California (“¡Oye! ¡Abre los ojos! ¡Mira hacia arriba! Cruza la calle. Y luego actualiza Facebook, es primero la vida), las zonas donde están prohibidas las selfis en Bombay, India, las luces de semáforos que diseñaron especialmente en Europa y varias leyes que se crearon en reacción a la nueva ley de Honolulú.
El mes pasado, el Consejo de Supervisores del condado de San Mateo, California, aprobó por unanimidad una resolución que prohibía a los peatones utilizar el teléfono celular mientras cruzan las calles. No es ejecutable, pues son las leyes estatales las que se encargan de esos asuntos, pero David Canepa, quien presentó la medida, señaló que era un trampolín importante: se espera que la resolución llegue a la Legislatura de California para que en enero se considere su aplicación a nivel estatal.
A los críticos les preocupa la libertad personal y se adaptan muy lento a las nuevas ideas, afirmó Canepa. “Pero finalmente, la gente entiende el valor de la seguridad pública”, agregó. “Esta legislación es práctica y de sentido común. Va a salvar vidas”.
Al menos diez estados han tenido debates respecto de legislaciones similares que se centran en los peatones distraídos y los ciclistas: ninguna ha sido aprobada, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales. La legislación está pendiente en dos estados, aseguró la organización, y en septiembre Nueva York aprobó una ley que va dirigida a que la Ciudad de Nueva York estudie la manera de educar al público sobre los peligros de caminar distraído.
No se hace un seguimiento de las leyes municipales, pero Rexburg, Idaho, pudo ser de las primeras en adoptar una prohibición a nivel de la ciudad en 2011. La ciudad grabó la muerte de cinco peatones en un periodo corto dentro de una zona muy transitada. La cantidad de muertos fue alta, dado el tamaño de la ciudad: cerca de 35 mil habitantes.
“Fue impactante para nuestro sistema”, afirmó Stephen Zollinger, el abogado municipal de Rexburg.
Se sospechó que la causa de los accidentes fue que las víctimas iban caminando distraídas. Junto con otras medidas de seguridad, Rexburg prohibió a los peatones utilizar dispositivos en la mano —salvo que estuvieran hablando— al momento de cruzar calles públicas, señaló Zollinger, y “no hemos sufrido ninguna muerte de peatones desde entonces”.
Bodegraven, una ciudad pequeña cercana a Ámsterdam, probó con una estrategia diferente. Este año, en una intersección muy transitada incorporó rayas iluminadas con luces de LED en los cruces peatonales: justo en la línea de visión de la gente que está viendo sus teléfonos. Cuando la luz del semáforo cambia a roja o verde, también lo hacen las luces a nivel del suelo, con lo cual alertan a los peatones cuándo es seguro cruzar.
El programa piloto busca anticipar tendencias, no revertirlas, mencionó Dolf Roodenburg, el líder del proyecto y un ingeniero de tránsito de Holanda. Si el proyecto tiene éxito, la ciudad espera instalar las luces en más intersecciones y en caminos para bicicletas, además de ofrecerlas a otras ciudades.
El año pasado, en Augsburgo, Alemania, se instalaron luces parecidas después de que una adolescente terminara gravemente herida porque un tranvía la atropelló cuando caminaba por las vías mientras veía su teléfono inteligente.
Por supuesto que hay puntos de vista que se oponen a la efectividad de legislar el comportamiento de los peatones.
Janette Sadik-Khan, una excomisionada del Departamento de Transporte de la Ciudad de Nueva York, quien funge en la actualidad como directora de transportes en Bloomberg Associates, empresa que asesora alcaldes por todo el mundo, afirmó que las leyes que están en contra de caminar y escribir al mismo tiempo no eran la respuesta. No tienen ninguna base científica, están mal concebidas y distraen la atención de los problemas relacionados con el diseño de los caminos y con el comportamiento de los conductores, los cuales son la causa de la mayoría de los accidentes, señaló.
“Es una salida fácil. Diseñar es mucho más difícil, pero mucho más eficaz”, aseguró Sadik-Khan. “La seguridad en el tránsito es algo muy importante para el gobierno, con base en un análisis sólido”.