Pese a obstáculos, crecen empresas de mujeres
Representan dos de cada cinco comercios aquí
De 2002 hasta 2012, los negocios paseños propiedad de una mujer sumaron el 39.32% de las empresas. Aunque el número de compañías al inicio de ese período totalizaron 13 mil 181 firmas, las empresas de este tipo apenas crecieron un 10.93%.
Los especialistas en emprendimiento señalan que el miedo al fracaso y la falta de preparación al momento de montar un negocio son de los grandes obstáculos a los que se enfrenta este sector.
Esto sin tomar en cuenta los prejuicios sociales que pesan sobre ellas. “Sabemos que muchas trabajan, estudian y tienen hijos, además hemos tenido testimonios de violencia doméstica”, dijo Guillermina ‘Gina’ Nuñez-Mchiri, profesora de Antropología en UTEP y directora del programa de Estudios de la Mujer y de Género.
A nivel local, la mayoría de negocios de las mujeres están enfocados en los sectores de comercio minorista, servicios profesionales, científicos y técnicos, así como al cuidado de salud o asistencia social, entre otros.
En contraste a la tendencia estatal, en los últimos nueve años, el número de empresas propiedad de mujeres ha crecido a un ritmo cinco veces más rápido que el promedio nacional, alcanzando un nivel alto después de la recesión, según el recién liberado Informe del estado de mujeres propietarias 2016, encargado por American Express.
El sexto informe anual, que se basa en datos históricos y actuales de la Oficina del Censo y datos del Producto Interno Bruto, reveló que entre 2007 y 2016, el número de empresas propiedad de mujeres aumentó un 42%; las mujeres comenzaron mil 072 nuevas empresas (netas) por día. Además, el informe indica que las empresas propiedad de mujeres ahora suman 11.3 millones, emplean a casi 9 millones de personas y generan más de 1.6 billones de dólares en ingresos.
Son pequeños comercios
De acuerdo con la Asociación Central de Negocios, casi la totalidad (99.9%) de las empresas propiedad de mujeres son pequeñas empresas. Si bien la gran mayoría de las empresas de empleadores, tanto masculinos como femeninos, tienen menos de cinco empleados, más pequeñas empresas de hombres emplean cinco o más personas. Aunque el porcentaje de mujeres lanzándose al ruedo de los negocios no es espectacular, sí refleja una tendencia social: se trata de mujeres emprendedoras.
Este es el caso de Lorena Anchondo, quien a sus 32 años de edad es propietaria de dos sucursales del centro de belleza Dermo Perfection, tiene tres empleadas y sostiene a su familia.
Llegar a este punto no ha sido fácil. Tras vivir una separación marital, sin posibilidad de sostenerse a sí misma y a sus hijos, tomó una decisión vital: quería ser su propia jefa y tener su propio negocio. Pasarían meses antes de poder hacer realidad ese sueño.
“Muchas mujeres tienen la idea de casarse y quedarse a que las mantengan. Yo me di cuenta de que no quería eso para mí… tuve que hacer sacrificios y ahorrar mucho dinero antes de poder abrir mi propio negocio y poder comprar todo el equipo que necesitaba”, contó esta profesional de la estética corporal.
Un número récord de mujeres en el país son el único o el principal sostén de sus familias, un indicador de la creciente influencia de las madres trabajadoras, de acuerdo al mismo estudio de Pew Research Center.
Seis años más tarde, y viendo en retrospectiva, Lorena asegura que lo más terrible de esta experiencia ha sido perder el miedo: “Miedo a no saber si iba a poder pagar la renta del primer mes, a si podría cubrir mis gastos, a si tendría para pagarle a mis empleados, cuyas familias dependen del salario que les doy”, se sinceró.
Un apoyo en la frontera
La historia de Lorena es una entre tantas. Esta situación es la que ha hecho posible la creación del Women’s Business Border Center (WBBC), organismo que se estableció en 2001 y es el primer centro compartido con una Cámara de Comercio Hispana en Estados Unidos. “El 60% de nuestros miembros son mujeres que buscan ayuda sobre cómo iniciar un negocio o darle vida a una idea”, comentó Daniela Cervantes, especialista en mercadeo de WBBC. En ese sentido, la entidad promueve una conferencia fronteriza anual titulada Dancing Backwards in High Heels, en la que participan de 20 a 35 mujeres ponentes procedentes de diversas esferas empresariales para compartir sus experiencias. El evento sirve además como punto de encuentro para emprendedoras locales. También cuentan con entrenamientos gratuitos y consultorías (20 dólares), para orientar a las mujeres sobre cómo iniciar su negocio, desde la etapa de la planeación hasta la ejecución del plan de negocios y pago de servicios. Por último, previendo que muchas mujeres no cuentan con los recursos financieros para iniciar su aventura comercial, el WBBC también ofrece acceso a financiamientos de bajo interés. “Estas son herramientas básicas para estar organizada y saber a lo que te vas a enfrentar antes de decidirte a emprender tu negocio”, explicó Cervantes.
La WBBC está parcialmente financiada por la Oficina de Propiedad de Mujeres de la Administración de Pequeñas Empresas de los Estados Unidos (SBA). Sirve a personas que desean iniciar o expandir su negocio y respaldar estos esfuerzos con un proceso práctico, fácil de usar. Los servicios de WBBC incluyen la prestación de asistencia y/o capacitación en finanzas, administración, comercialización, compras, comercio electrónico y muchos otros temas especializados. Somos una de las tres organizaciones que están aprobadas como certificadores de terceros para Pequeñas Empresas Propiedad de Mujeres (WOSB) y para Pequeñas Empresas con Bajos Recursos Económicos (EDWOSB).