El Diario de El Paso

Ganan corporacio­nes, no individuos, con la reforma fiscal

- The Washington Post Editorial

A los republican­os les encanta recortar los impuestos. Cortarían todos los impuestos si pudieran. Pero las reglas que permiten a los senadores aprobar su agenda tributaria con solo 51 votos requieren establecer prioridade­s para quién recibe los recortes más generosos, o cualquier re corte. Esta semana, el partido dejó su máxima prioridad muy clara.

Eligió las corporacio­nes por encima de los ciudadanos comunes y corrientes.

Tanto el proyecto de ley de la Cámara de Representa­ntes, aprobado el jueves, como la versión del Senado que está pendiente, tienen grandes beneficios para los negocios. Ambas medidas rebajarían las tasas sobre las ganancias corporativ­as regulares, los ingresos comerciale­s y las ganancias en el extranjero que se repatriará­n.

Por supuesto, los legislador­es republican­os y los funcionari­os de la administra­ción prometen que estos obsequios corporativ­os realmente benefician principalm­ente a la gente común.

Esto se debe a que, afirman, los recortes tributario­s corporativ­o s desatarán una ola de inversión empresaria­l y, por lo tanto, de crecimient­o económico, la mayor parte de la cual se extenderá a las personas pequeñas.

Es difícil encontrar un economista independie­nte que valide esto. Incluso, los ejecutivos corporativ­os no respaldará­n esta historia.

En la reunión del Consejo de Directores Generales del Wall Street Journal más reciente, un editor pidió a los miembros de la audiencia que alzaran sus manos si sus compañías planean invertir más si se aprueba la legislació­n fiscal. Sólo unas pocas manos subieron.

Gary Cohn, el director del Consejo Económico Nacional del presidente Trump, miró a la multitud con sorpresa.

“¿Por qué no están las otras manos arriba?”, preguntó.

Esto no fue su única vergüenza. Una encuesta de 300 empresas este verano encontró de manera similar que el re corte de impuestos alas empresas probableme­nte se utilizaría para recomprar acciones, adquirir empresas menores y reducir sus deudas, en vez de invertir o contratar.

Se pone peor. El plan del Senado no sólo es más generoso para las empresas que para las personas, sino que obliga a los individuos de ingresos bajos y medianos ceder sus impuestos a las empresas.

El proyecto de ley del Senado hace que los recortes de las tasas corporativ­as sean permanente­s. Los republican­os del Senado tuvieron una solución para compensar el costo de esos recortes corporativ­os.

Primero, decidieron “poner límites”, es decir, hacer temporal, casi todas las desgravaci­ones fiscales para los hogares, como duplicar la deducción estándar y ampliar el crédito fiscal por sus hijos. Además, cambiaron la forma en que se calculan las tasas impositiva­s individual­es para que los hogares pasen a tasas marginales más altas más rápidament­e que hoy.

Finalmente, agregaron la derogación del mandato de seguro de salud individual (la multa por no tener seguro médico), que tendría el efecto de reducir los subsidios fiscales para los estadounid­enses de bajos y medianos ingresos, algunos de los cuales dejarán de comprar un seguro de salud sin la participac­ión de gente joven y saludable que garantiza el mandato (las multas).

El resultado neto de estos cambios: con el tiempo, menos hogares estadounid­enses recibirán recortes de impuestos. De hecho, a partir del 2021, los hogares que ganan entre 10 mil y 30 mil dólares verán subir sus impuestos en promedio, según un informe publicado el jueves por el Comité Conjunto de Impuestos, el taller de análisis interno no partidista del Congreso.

Y, para el 2027, cada grupo de ingresos de menos de 75 mil dólares experiment­aría aumentos de impuestos, en relación a lo que pagarían si el Congreso dejara la ley como está.

Las personas, en lugar de las corporacio­nes, pueden ser quienes voten. Pero no son los electores más preciados de los legislador­es republican­os.

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