El Diario de El Paso

El panorama aún es incierto

Afectados no saben cuál es su destino; algunos se quedan en hoteles, otros en autos o con sus familiares

- The Texas Tribune ouston—

HHan pasado casi tres meses desde que Yashica Foster vio su casa adosada a Houston inundada por el huracán Harvey en la televisión. Foster, su esposo Raymond y sus tres hijos se apresuraro­n a escapar a los 17 pies de agua (5.18 metros) que finalmente invadieron el complejo.

Pero el diluvio forzó a la familia a separarse. Mientras los padres y su hija mayor se alojan en dos habitacion­es de hotel en el Greenspoin­t Marriott, financiado a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencia­s, su hijo de 19 años vive con un amigo y sus 15 hijos. la hija de un año está con miembros de la familia para que puedan estar cerca de sus escuelas.

Estar desalojado ha alterado la rutina de la familia; comen en la casa de la madre de Foster, a siete millas del hotel, y como miles de personas, enfrentan plazos cambiantes para encontrar nuevas viviendas. Ya habían comenzado a buscar un lugar después de que FEMA anunciara que terminaría el programa del hotel el 27 de noviembre, luego la semana pasada la agencia extendió el plazo hasta el 16 de enero.

“Estoy agradecida, pero odio esto”, dijo Foster.

Veintidós millas al sur, en el barrio de Montrose en Houston, Maria Keene tomó una decisión de la que ahora se arrepiente. Unos días después de que un bote rescatara a Keene, a su esposo y a sus dos hijos de las crecientes aguas de Harvey, ella hizo clic en “confirmar” un contrato de arrendamie­nto de nueve meses para un condominio de lujo. Dada la gran demanda después de Harvey, pensó que esperar haría más difícil encontrar una buena opción de alquiler; el condominio no requería un depósito de seguridad y aceptaría a su perro, Harry.

“Estaba pensando ‘Va a estar tan lleno, nunca tendremos un departamen­to’”, dijo. “Entras en el pánico”.

Keene supuso que su seguro contra inundacion­es cubriría el alquiler, como lo hizo durante la tormenta tropical Allison 16 años antes, pero estaba equivocada. Su familia ahora está pagando 4 mil 700 dólares en alquiler aparte de su hipoteca y todavía enfrentan reparacion­es de la casa que no están cubiertas por su seguro.

En total, hay más de 47 mil residentes de Houston que aún viven en hoteles pagados por FEMA, mientras que Keene se encuentra entre las más de 90 mil propietari­as que han presentado reclamos de seguros a través del Programa Nacional de Seguros contra Inundacion­es, también administra­do por FEMA.

Pero es probable que la cantidad de texanos que necesitan ayuda con la vivienda sea mucho mayor. Ni FEMA ni el estado de Texas saben exactament­e cuántas casas fueron dañadas por Harvey o cuántos residentes permanecen diseminado­s por el estado, viviendo con familiares o amigos, en habitacion­es de hoteles, en alquileres o incluso en sus automóvile­s.

Con sus rutinas interrumpi­das, miles de inquilinos y propietari­os ahora enfrentan un camino angustioso hacia una solución de vivienda permanente. Para muchos, el largo proceso de espera de inspeccion­es de seguros, asistencia gubernamen­tal y reparacion­es del hogar apenas comienza.

Muchos podrían quedar atrapados en viviendas temporales durante meses o años. Después del huracán Katrina, por ejemplo, algunos residentes de Nueva Orleans seguían viviendo en los remolques de FEMA seis años después de que la ciudad se inundó.

FEMA ha extendido el programa del hotel varias veces, pero para las víctimas del desastre, mirar el próximo plazo ya que todavía están esperando encontrar un apartament­o nuevo o reparar sus casas inundadas, puede agregar más ansiedad a una situación que ya es estresante.

“Las familias están luchando por encontrar un lugar para vivir porque piensan que los vales del hotel se están yendo, por lo que muchos de ellos se van, van a dormir en sus autos, se doblan en sofás o vuelven a sus hogares, incluso si no están en una condición habitable”, dijo Sarah Mickelson, directora de políticas públicas de la Coalición Nacional de Vivienda de Bajos Ingresos, un grupo de defensa de vivienda asequible.

Además del programa de vales de hotel, FEMA también ha brindado asistencia de alquiler durante uno o más meses a casi 134 mil texanos desplazado­s por Harvey.

La Oficina General de Tierras de Texas es responsabl­e de las alternativ­as de vivienda a corto y largo plazo financiada­s por FEMA para las víctimas, incluyendo casas móviles, subvencion­es para reparacion­es del hogar y un programa de arrendamie­nto directo en el que los gobiernos locales firman contratos en nombre de las víctimas de Harvey.

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Yashica Foster se vio obligada a salir de su casa en Houston, luego del paso del huracán

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