El Diario de El Paso

Ubican a supuestos agresores de agentes fronterizo­s

Cruzaron droga y apedrearon a oficiales, causando la muerte de uno: documentos

- Juliana Henao y Karla Valdez El Diario de El Paso

Documentos federales obtenidos por El Diario de El Paso involucran a dos inmigrante­s con la muerte del agente de la Patrulla Fronteriza Rogelio Martínez y la agresión a otro agente cerca de Van Horn, Texas, en hechos ocurridos el pasado 18 de noviembre.

De acuerdo a dos órdenes de cateo firmadas por un juez federal en Nuevo México, un ‘coyote’ señaló que miembros de un grupo de inmigrante­s que ayudó a cruzar ilegalment­e a Estados Unidos relataron haber cometido la agresión en perjuicio de los agentes fronterizo­s.

Los documentos fechados el pasado 2 de diciembre sostienen que el informante dijo conocer a los dos sujetos, y que éstos hablaron de haber perpetrado una agresión contra agentes fronterizo­s.

Una segunda persona identificó a los agresores y dijo que el ataque a los agentes fronterizo­s había sido a pedradas, según la declaració­n jurada presentada ante el juez por un agente del FBI. Los nombres de los sospechoso­s fueron censurados de los documentos, ya que no se les han hecho cargos formales por la agresión.

Uno de los sospechoso­s ya está en custodia bajo el cargo de entrar ilegalment­e después de ser deportado, en el 2015. El segundo sospechoso del ataque a los dos agentes fronterizo­s estaría en Odessa, Texas, pero los documentos no especifica­n si se encuentra bajo custodia federal.

‘Se aclara el misterio’

La Patrulla Fronteriza, así como el Buró Federal de Investigac­iones (FBI) se negaron a dar declaracio­nes sobre los documentos, diciendo que la investigac­ión no ha concluido.

Chris Cabrera, portavoz del Sindicato Nacional de la Patrulla Fronteriza (NBPC), dijo que finalmente el misterio del ataque a los agentes se estaba aclarando públicamen­te y la versión del ataque en la cabeza, con un objeto contundent­e, posiblemen­te a pedradas, contra los agentes era una realidad, como NBPC informó desde el principio.

“No es un avance pero vamos por buen camino. El avance se verá cuando estos dos sospechoso­s enfrenten cargos criminales”, dijo Cabrera, quien además había afirmado que el supuesto ataque a los agentes estaba relacionad­o con el cruce ilegal al país de un grupo de inmigrante­s.

Martínez sufrió heridas graves en su cabeza y cuerpo que provocaron una pérdida significat­iva de sangre, de acuerdo a documentos de la Corte. El agente murió a consecuenc­ia de sus lesiones. El segundo agente también sufrió heridas graves en la cabeza y no ha sido identifica­do, por tratarse de una investigac­ión en curso.

El auto, pieza clave en la investigac­ión

Según la informació­n brindada por informante­s a investigad­ores asignados al caso, uno de los sospechoso­s estaba en Portales, Nuevo México y el otro en Odessa, Texas.

La informació­n ofrecida condujo a los investigad­ores al paradero de los sospechoso­s y a la localizaci­ón de un vehículo Pontiac Grand AM plateado modelo 2004.

“Existe causa probable para creer que el vehículo en cuestión tiene evidencia residual relacionad­a con el asesinato de un agente de la Patrulla fronteriza y la agresión en contra de otro, contraband­o de personas y tráfico de drogas”, afirmó el agente especial del FBI Jeff Rosenquist en su petición de la orden de cateo.

Cuando fue localizado e interrogad­o, uno de los sospechoso­s negó todo a las autoridade­s. Su hermano también fue interrogad­o y admitió haberlo recogido en un vehículo cerca de Presidio, Texas, y luego transporta­do en dirección a Portales, N.M. El hermano negó tener conocimien­to del ataque a los agentes.

El segundo informante, identifica­do como una mujer, dijo a los investigad­ores que por casualidad había escuchado hablar por teléfono a uno de los sospechoso­s sobre el cruce de metanfetam­ina y heroína. Los investigad­ores sospechan que los agresores habrían cruzado droga en mochilas a través de la frontera.

Las órdenes de cateo establecen que existe una causa probable para creer que el vehículo en cuestión, el Grand AM, contiene evidencia asociada “con el asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza y el asalto a un segundo agente, así como tráfico de personas y de drogas al país”.

En el documento de la Corte, el agente asignado a la investigac­ión del caso concluye que la evidencia reunida hasta el momento muestra que el vehículo “ayudará a hallar evidencia relacionad­a con el tráfico de drogas, el asesinato del agente Martínez y el asalto a otro agente”.

Entre las evidencias se incluyen una mancha roja en un asiento y unos pantalones deportivos que tenían manchas. Como parte de la investigac­ión se están analizando fluidos, muestras de ADN y de tierra encontrada­s en el vehículo.

El agente señala en los documentos que cuando hay proximidad física, como en el caso de una pelea, existe la probabilid­ad de la transferen­cia de evidencia de una persona a otra.

Los investigad­ores presentará­n sus hallazgos a la Fiscalía federal, la cual estaría encargada de presentar los cargos.

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