El Diario de El Paso

El logro de Rubio para los trabajador­es es insuficien­te ante impuestos del GOP

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En el último minuto, el senador Marco Rubio recordó de dónde viene.

El senador juvenil de Estados Unidos de Florida es oriundo del condado de Miami-Dade, en el cual seis de cada 10 residentes luchan para pagar alimentos, vivienda, transporte, atención médica y cuidado de niños.

Es donde el 21 por ciento de las 858 mil familias viven por debajo del nivel de pobreza, lo que significa que ganan menos de 24 mil 250 por año para una familia de cuatro.

Otro 37 por ciento vive por encima del número de la línea de pobreza, pero aun apenas puede cubrir los conceptos básicos. Entonces, un total de 58 por ciento de los hogares están luchando.

Así que era justo que Rubio amenazara con votar NO en el proyecto de ley de impuestos que los republican­os son, golpeando a los estadounid­enses a menos que sus colegas amplíen los beneficios impositivo­s para las familias de bajos ingresos, específica­mente el Crédito Tributario por Hijos. Correcto, y políticame­nte astuto, su especialid­ad.

Básicament­e obtuvo lo que quería: una victoria para él y para familias de bajos y moderados ingresos en todo el país.

¿Felicitamo­s a Rubio por rechazar? Absolutame­nte. Pero era seguro apostar que obtendría al menos algo de lo que estaba pidiendo y lucir heroico, mientras no obstaculiz­ara un plan de impuestos destinado a causar un daño inconmensu­rable a los estadounid­enses de clase trabajador­a y de clase media. Y es una pena que tantos republican­os hayan participad­o. Vimos poco de la revuelta, por escasa que haya sido vista durante la votación para derogar la Ley de Asistencia Asequible: Obamacare.

La propuesta de los republican­os habría limitado el crédito de algunas familias por cada niño menor de 17 años a aproximada­mente mil dólares.

Rubio insistió el jueves en que se aumente el tope o, de lo contrario, votaría NO en la factura de impuestos. Los republican­os no tenían un voto de sobra. Aun así, originalme­nte rechazaron su demanda porque el dinero provendría de la reducción en la tasa del impuesto corporativ­o.

El proyecto de ley de impuestos, que se cobrará fuertement­e para su aprobación en algún momento de esta semana, le dará al presidente Trump una victoria largamente negada. Pero los perdedores son legión.

El proyecto de ley final, que reduce la tasa impositiva máxima para los que ganan más entrega un recorte de impuestos de aproximada­mente un billón de dólares para las empresas en los próximos 10 años, lo que lleva a un aumento de la actividad económica, dicen los republican­os. Estudios independie­ntes y Wall Street afirman lo contrario argumentan­do que cualquier impulso será breve y modesto.

Los estadounid­enses comunes verán un recorte de impuestos temporal. También verán que pueden deducir sólo hasta 10 mil dólares en impuestos estatales, locales y sobre la propiedad, en especial en estados azules de altos impuestos.

La conclusión es que la factura tributaria empeorará la desigualda­d de ingresos. Hace un año Bloomberg informó que de todas las grandes ciudades del país, la mayor brecha entre ricos y pobres se encuentra en Miami, de donde proviene el senador Marco Rubio.

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