Escaneo facial en aeropuertos de EU viola privacidad: reporte
Washington –Un nuevo reporte concluyó que el programa piloto del Departamento de Seguridad Interna está obteniendo información de una manera inadecuada sobre los estadounidenses, al requerir que los pasajeros que abordan vuelos internacionales tienen que someterse a un escaneo para el reconocimiento facial para asegurarse que no hayan rebasado el tiempo permitido por sus visas, dijo The New York Times.
El reporte, que fue dado a conocer este jueves por investigadores del Centro sobre Privacidad y Tecnología de la Escuela de Derecho de la Universidad Georgetown, catalogó el sistema como una herramienta de vigilancia invasiva que el Departamento instaló en una docena de aeropuertos sin haber sido aprobada por el proceso federal de reglamentos.
Los autores del reporte examinaron docenas de documentos del Departamento de Seguridad Interna y generaron dudas acerca de la precisión de los escaneos para el reconocimiento facial.
Dijeron que la tecnología tenía altos índices de error porque no identifican adecuadamente a las mujeres ni a los afroamericanos.
El reporte llega en un momento en que oficiales de Seguridad Interna están distribuyendo un sistema biométrico de salida que utiliza el reconocimiento facial para ser utilizado en 2018 en todos los aeropuertos estadounidenses que tengan vuelos internacionales.
Aduanas y Protección Fronteriza ha estado probando una serie de programas biométricos, contando con la colaboración de varias aerolíneas en Atlanta, Boston, Nueva York y Washington.
El costo será de 1 billón de dólares que recaudarán a través de ciertos cargos adicionales que cobrarán en las visas durante la próxima década.
Oficiales de Aduanas aseguran que el sistema biométrico también ha tenido cierto éxito en la prueba piloto y ha ayudado a capturar a personas que han ingresado a Estados Unidos ilegalmente o viajan con documentos falsos.
Hicieron notar que los escaneos faciales y las huellas digitales -a diferencia de los documentos para viajarno pueden ser falsificados ni alterados, por lo tanto, proporcionan una herramienta adicional para la seguridad fronteriza.
Sin embargo, los senadores Edward J. Markey, demócrata por Massachusetts, y Mike Lee, republicano por Utah, expresaron su inquietud acerca de los hallazgos del reporte.
En una carta que enviaron a Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Interna, los senadores urgieron al Departamento para que retrase la entrega de escaneos faciales hasta que solucione las dudas legales y sobre privacidad que fueron mencionadas en el reporte.
El sistema biométrico puede ser utilizado como un pequeño aparato portátil que puede llevarse en la mano o a través de un puesto equipado con una cámara.
El proceso consiste en tomarle una foto al pasajero que sale de Estados Unidos y se verifica que esa persona esté en el avión. Compara el rosto de la persona con una galería de fotos que la aerolínea ha recolectado de sus pasajeros.
También revisa la ciudadanía o estatus migratorio de la persona contra varias bases de datos de Seguridad Interna e Inteligencia.
El escaneo facial realizado a ciudadanos estadounidenses es comparado contra fotos de las bases de datos del Departamento de Estado.
Oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza dijeron que aunque el sistema realiza un escaneo facial de los ciudadanos estadounidenses, la información es utilizada de una manera muy limitada. Sólo es usada para verificar la identidad y no para recolectar información nueva.
También reconocieron las inquietudes que se tienen sobre la privacidad, pero dijeron que la agencia está trabajando para responderlas antes de que sean colocados los escaners en los aeropuertos internacionales de Estados Unidos.
Una orden ejecutiva que fue firmada en enero por el presidente Trump requiere que los que viajan a Estados Unidos proporcionen información biométrica cuando entran y salen del país. Actualmente sólo lo hacen cuando ingresan.
Estados Unidos sigue animando a otras naciones para que adopten la tecnología. Casi tres docenas de naciones en Europa, Asia y África, recolectan huellas dactilares, escaneos del iris y fotografías para el reconocimiento facial de quienes salen de su país.