Desafían fronterizos pérdida de identidad hispana
Un estudio nacional muestra que la población hispana pierde su identidad cultural a medida que los descendientes de inmigrantes se integran a la sociedad estadounidense.
Esta tendencia se ha acelerado con la caída de la inmigración latinoamericana, particularmente a partir de la crisis económica del 2008, y más recientemente con los movimientos conservadores para frenar la inmigración ilegal y limitar la admisión de extranjeros por la vía legal.
El Centro de Investigación Pew, organización que analiza tendencias sociales en el país, presentó un reporte enfocado en esta perdida de identificación del 11 por ciento de los hispanos que viven el país, quienes ya no se consideran como tales.
Alrededor de 5 millones de individuos, de tercera y cuarta generación con ancestros hispanos, se identifican como americanos no hispanos. Hecho que no es experimentado en zonas fronterizas debido a los fuertes lazos culturales.
“En nuestra frontera siempre hay migración de México y las familias tienen integrantes de ambos lados de la frontera. Estos factores ayudan a que la identidad hispana se mantenga en nuestra región”, dijo Yolanda Leyva, historiadora de la Universidad de Texas en El Paso.
La académica resalta el hecho que de que gracias a nuestra proximidad tangible a otro país, la herencia bicultural de la frontera “nos aísla” de esta creciente tendencia nacional.
“El poder ver y cruzar el puente a otro país nos inspira celebrar nuestra herencia. Yo he vivido en Austin y he visto de primera mano la perdida de cultura”, dijo.
Dentro de los factores contribuyentes a la perdida de ‘hispanidad’ o ‘latinidad’ de las generaciones nacidas en Estados Unidos, se encuentra la creciente tasa de matrimonios mixtos.
Aproximadamente 10.7 millones de latinos se han casado con una pareja que no es latina. En cuanto a hispanos, 93 por ciento de hispanos de primera generación se casan con otro hispano, mientras que esta cifra va disminuyendo conforme avanza la generación, 63 por ciento en la segunda generación y 35 por ciento o menos en generaciones subsecuentes.