Planean construcción de nuevo albergue
Reúne grupo $6.7 millones para dar mejor servicio a víctimas de violencia sexual y doméstica
Desde hace cuatro décadas, el Centro Contra la Violencia Sexual y Familiar (CASFV), ubicado en el 580 Giles Road, se ha dedicado a ayudar a víctimas de violencia, preparándolas a no depender de su pareja.
El centro inició operaciones en 1976 y desde entonces ha auxiliado a miles de mujeres y a algunos hombres con consejería, albergue temporal, asesoría legal y cursos educativos.
El centro trabaja en colaboración con la Policía y los juzgados del Condado de El Paso para canalizar cada caso a la instancia correspondiente. Además, cuentan con el apoyo económico de organizaciones que permiten que estos servicios se brinden de manera gratuita.
Pero la necesidad de tener un edificio más moderno y de mayor capacidad es imperativo. Por lo tanto, el centro efectúa una campaña para construir un nuevo refugio con capacidad para ayudar a entre mil 300 y mil 400 personas al año.
“Actualmente ayudamos entre 900 y mil personas, pero con este nuevo albergue vamos a poder ayudar a más personas y darles mayor comodidad porque el que tenemos tiene más de 60 años de antigüedad y aunque lo remodelamos, no es lo mismo”, dijo Bonnie Escobar, directora de Desarrollo Estratégico de CASFV.
Para poder construir el refugio se necesitan 7.5 millones de dólares, de los cuales han logrado reunir 6.7 millones gracias a donaciones de fundaciones privadas, negocios locales y miembros de la comunidad.
“Estamos a 800 mil dólares de llegar a la meta y estamos muy contentos porque la respuesta de la comunidad y las fundaciones ha sido muy buena”, aseguró Escobar.
El lugar contará con 33 habitaciones, sala, cocina equipada y un centro de juego techado.
Los servicios
De acuerdo con Escobar, el centro ayuda a personas que han sufrido abuso sexual, violencia doméstica o ambas, sin importar su estatus migratorio.
“Es muy común que las personas que son maltratadas no estén legalmente en el país y por eso soportan ser víctimas de violencia”, expresó Escobar.
Es por eso que desde el año 2000, el centro ofrece asesoría para ayudar a las víctimas a obtener un alivio migratorio que consiste en un permiso de trabajo y una carta donde se establece que su deportación no es prioritaria para el Gobierno.
El CASFV se enfoca en garantizar la seguridad física de los refugiados para luego reinstalarlos en la sociedad ayudándolos mediante terapias de consejería donde se les motiva a conseguir trabajo o a continuar con su educación.
“Buscamos trabajar con servicios que ayuden a encaminar a la víctima a la autosuficiencia, a ser indepen- diente, por eso les ofrecemos terapia, les ayudamos a conseguir trabajo y a terminar sus estudios”, enfatizó.
Según Escobar, cuando una persona es codependiente de alguien, es propensa a regresar a una relación abusiva con tal de sentir un poco de estabilidad.
Escobedo recalcó que no existe un rango de edad específico de las víctimas, ni tampoco un nivel socioeconómico o género.
“La gente que ayudamos proviene de todos los niveles económicos y aunque se podrían pensar que estos problemas sólo aquejan a las mujeres, la realidad es que también ayudamos a hombres y personas de la comunidad LGBT. Todos alguna vez requerimos ayuda y es reconfortante ver cómo salen adelante”, concluyó.