Niega sindicato apoyo a O’Rourke rumbo al Senado
Lo atribuyen a ausencia en convención de fin de semana
El brazo político de la AFL-CIO de Texas se negó a respaldar al representante federal Beto O’Rourke, demócrata de El Paso, en su campaña para derrocar al senador republicano Ted Cruz, luego de que O’Rourke no fuera a su convención este fin de semana en Austin.
El domingo, el grupo laboral publicó una lista de candidatos estatales que había decidido apoyar, y no ofreció respaldo a nadie para el Senado.
“Creo que a nuestros miembros no les gusta que se les ignore”, dijo Rick Levy, presidente de Texas AFL-CIO. “El hecho de que tenga una D o una R detrás de su nombre no determina si contará con nuestro apoyo”, afirmó.
O’Rourke dijo en una entrevista que su campaña había intentado encontrar la manera de llegar a la convención, pero no pudo asistir porque previamente había programado eventos de campaña en otros lugares. Sin embargo, terminó cancelando esos eventos porque estuvo atrapado en Washington el fin de semana debido al cierre del Gobierno.
O’Rourke señaló que la AFL-CIO le dio una calificación del 100 por ciento en su registro de votos en 2016, y su puntaje de por vida es del 95 por ciento. Cruz, por otro lado, obtuvo el 67 por ciento en 2016 y el 12 por ciento en general.
“Me corresponde a mí seguir desarrollando y fortaleciendo esas relaciones, y si alguien siente que se da por sentado, me corresponde a mí solucionarlo”, dijo O’Rourke, quien se enfrenta a dos oponentes poco conocidos en las primarias demócratas para el Senado federal.
Al explicar la decisión de no respaldar a nadie para el Senado, Levy también dijo que algunos miembros “tenían preocupaciones significativas sobre el compromiso del congresista de luchar por los trabajadores, y desafortunadamente, no asistió a la convención para abordar ninguna de esas preocupaciones”.
Una de esas preocupaciones fue probablemente el apoyo de O’Rourke en 2015 para permitirle al entonces presidente Barack Obama negociar la Asociación Transpacífica, un acuerdo comercial con 11 países de la Cuenca del Pacífico. Los sindicatos, incluida la AFL-CIO de Texas, se opusieron abiertamente, aduciendo que amenazaba empleos en Estados Unidos.
O’Rourke razonó el voto, diciendo que no quería mermar la autoridad de Obama para negociar.