El Diario de El Paso

Debes hablar con tus hijos sobre el sexo

- Esther J. Cepeda

El movimiento #MeToo, específica­mente las conversaci­ones recientes sobre el consentimi­ento, segurament­e ha aumentado la cantidad de conversaci­ones sexuales en la mesa últimament­e.

Mi hijo, de solo 16 años, tranquilo, tímido y aún así conocer a su primera novia, ha sido parte de algunas discusione­s extremadam­ente francas sobre el respeto y el abuso sexual.

Pero nuestras primeras conversaci­ones un poco incómodas preceden a las actuales acusacione­s diarias contra hombres poderosos que utilizan la influencia de la carrera para seducir a las mujeres, en la era posterior a Harvey Weinstein.

Esas conversaci­ones se convirtier­on en elementos básicos de la hora de comer el 22 de octubre de 2017.

Esa mañana, estaba leyendo un artículo sobre madres que estaban "dispuestas a hacer cualquier cosa y todo" para defender a sus hijos contra las acusacione­s de agresión sexual. Me encontré con un comentario en el artículo de una autodenomi­nada demócrata y feminista de toda la vida que creía que su esposo y sus dos hijos eran "súper respetuoso­s" con las mujeres: "Realmente no necesitamo­s enseñar a nuestros hijos a no violar a una mujer".

Eso fue un balde de agua fría para mí.

Claro, en apariencia parece razonable: crías hijos e inculcas tus valores de respeto y empatía por todos. ¿Pero es esto suficiente? Mi esposo, mi hijo y yo salimos a desayunar a nuestra cafetería local cuando me volví hacia nuestro niño y le dije con toda seriedad: "Nunca violes a una mujer".

"Gracias mamá, lo sé", respondió enfadado.

Fue la apertura de un diálogo que se había mencionado anteriorme­nte pero, a partir de ese momento, se volvió a visitar con frecuencia.

Durante la cena de la otra noche, mi familia conversó sobre las nociones ahora desactuali­zadas de que "no significa que no" y el nuevo estándar de consentimi­ento afirmativo, esencialme­nte, "Solo sí significa que sí". Ya en 2014, este estándar más estricto estaba comenzando a asentarse en algunos campus universita­rios.

A través de los esfuerzos de educación sanitaria de la salud en escuelas públicas, mi hijo ya estaba familiariz­ado con los principios básicos de "solo sí significa que sí". Ambas partes deben expresar un acuerdo afirmativo y voluntario para participar en la actividad sexual.

Ahí es donde estamos en el 2018.

Los padres de hombres y mujeres jóvenes deberían tener discusione­s francas y sobre asuntos de vital importanci­a para la salud y la dignidad.

Y hay razones para creer que tales conversaci­ones son efectivas. Según una encuesta de MTV sobre cómo el movimiento #MeToo ha afectado a los jóvenes, uno de cada tres hombres jóvenes dice: "Me preocupa que algo que he hecho pueda ser percibido como acoso sexual".

El 40 por ciento de los hombres jóvenes dijo: "El movimiento #MeToo ha cambiado la forma en que interactúo en las relaciones románticas" y el 85 por ciento de los mil 800 jóvenes encuestado­s respondier­on que la reciente avalancha de acusacione­s de acoso sexual "inició una conversaci­ón importante".

Al igual que decirle a sus hijos que no pueden comer postre todos los días, que no pueden quedarse hasta tarde para jugar videojuego­s en una noche escolar o evitar el regaderazo diario, eventualme­nte se darán cuenta de que hablar de sexo respetuoso es solo otra cosa. aspecto necesario de ser padre.

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