El Diario de El Paso

Dan 50 años de cárcel a conductor que mató a familia texana

-

Houston— Tres miembros de una familia hispana que volvían a casa luego de comprar el birrete y la toga para la graduación de su hijo nunca llegaron a su hogar. No llegaron porque otro hispano, Jeremy Paul Valdez, manejando borracho embistió su camioneta a toda velocidad en contra del auto de la familia.

La tragedia ocurrió en mayo de 2016 y, luego de casi dos años de juicio, Valdez se declaró culpable de lo que hizo a familia.

La juez Denise Collins, de la Corte Criminal 208 del Distrito en el condado de Harris, le condenó a pasar 50 años en la cárcel por el asesinato de los esposos Emilio Ávila Blanco e Hilda Ávila y su hijo Mauricio Ramírez, de 18 años, y quien estaba a punto de graduarse de la Klein Oak High School, el 4 de junio de aquel año.

En la casa de la familia Ávila se quedaron esperando a sus padres y a su hermano mayor, dos niños que quedaron en la orfandad.

“Tres personas perdieron la vida, y una brillante luz joven se extinguió mucho antes de que pudiera realmente brillar, eso fue una verdadera tragedia para toda la comunidad”, esa la conclusión a la que llega Sean Teare, Jefe de la División de Crímenes Vehiculare­s de la Fiscalía General del condado de Harris, y quien fue el encargado de llevar el caso contra de Valdez.

En la noche del viernes 20 de mayo de 2016, según los documentos legales del caso, Valdez manejaba su camioneta a 106 millas por hora con niveles de alcohol en la sangre tres veces por encima del límite permitido.

Al llegar a la intersecci­ón de las calles Kuykendahl Road y Farmers Road 2920, en el norte del área metropolit­ana, se pasó la señal de alto que le marcaba el semáforo. Fue entonces cuando se llevó el pequeño auto de la familia Ávila. El auto quedó casi deshecho por el impacto. Valdez, herido también, quiso escapar corriendo del lugar pero un par de vecinos que vieron el accidente fueron tras él y lo capturaron a una cuadra del lugar del choque.

Teare explica que cuando le presentaro­n el caso y tuvo bajo custodia a Valdez descubrier­on que el hombre, a su edad, ya tenía tres casos previos de haber sido detenido manejando bajo la influencia del alcohol. En uno de esos casos, agentes de la Oficina del Alguacil del condado de Montgomery, al norte de Houston, lo persiguier­on durante 22 millas antes de capturarlo.

“La sentencia para el señor Valdez, en mi opinión, no creo que haya sido suficiente… pero creo que es justa, nada va a regresar a Mauricio y su familia, pero creo que para sus familiares y amigos este puede ser el principio del proceso de sanación poco a poco”, explica Teare en entrevista exclusiva a MundoHispá­nico sobre la decisión de la juez Collins y añade que “tendremos al señor Valdez fuera de las calles por lo menos los próximos 25 años y eso es algo bueno para la comunidad”.

Teare no quiso opinar si los juicios previos de Manejar Bajo Intoxicaci­ón Alcohólica (DWI) que tenía Valdez debieron ser más severos aunque haya sido en otro condado.

“No es mi posición dar una opinión sobre lo que pasa en casos de otros condados porque, finalmente, cada caso es diferente y se juzga de manera diferente”, explicó Teare y matizó “que los casos de DWI son algo muy triste y peligroso que enfrentamo­s en el condado de Harris todos los días, porque muchas veces veo casos con víctimas y cada vez que reviso los casos encuentro que todos pudieron haber sido, ciento por ciento, evitados… con tan solo haber pedido un carro con las nuevas tecnología­s que están al alcance de nuestros dedos. Son desgracias terribles que pueden prevenirse, eso es lo peor”.

Para Teare todo se reduce a una sola palabra: responsabi­lidad. Además, detalla el fiscal, un caso de DWI que deja heridos o muertos causa un desgracia en dos familias que tal vez no tendrían nada más en común: la de la víctima y la del conductor.

“Los hermanos de pequeños de Mauricio nunca podrán tener la guía de su hermano, ni sus padres podrán ayudarlos a alcanzar sus sueños, pero además la familia de Valdez, sus hermanos, no podrán verlo ni tener reuniones familiares en 25 años, así que alguien toma la decisión de manejar tomando también está afectando a sus propios familiares”, explica Teare y asegura que “la desgracia que esta decisión conlleva para dos familias yo la veo todos los días en la corte, y es muy doloroso”.

Según estadístic­as de la Administra­ción Nacional de Seguridad de Tráfico en las Carreteras del gobierno de Estados Unidos, cada día mueren un promedio de casi 29 personas por un accidente vehicular relacionad­o con el alcohol. En total son un promedio anual de 10 mil personas muertas en un accidente que se pudo haber prevenido.

“Si una sola persona muerte en un accidente vehicular relacionad­o con el alcohol, ya sería mucho”, dijo Teare ante la estadístic­a nacional.

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States