El Diario de El Paso

Aumentan detencione­s de ‘niños polleros’

Por ser menores de edad, son repatriado­s a México de inmediato, sin pisar la cárcel

- Karla Valdez/El Diario de El Paso

El tráfico de humanos entre países se ha sofisticad­o con el tiempo. Ahora prolifera la tendencia de usar a menores de edad como guías de los inmigrante­s que quieren cruzar la frontera Sur en busca del denominado “sueño americano”.

Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza, comentó que los “niños polleros” son una realidad y aunque este fenómeno siempre ha existido, hoy en día es más agresivo y difícil de combatir.

“En el año fiscal de 2017 perseguimo­s 36 casos de niños polleros, lo cual es preocupant­e”, expresó el vocero.

Cordero aseguró que los grupos delictivos se aprovechan de que los niños son rápidos y se pueden esconder mejor y sobre todo porque saben que al tratarse de menores de edad las consecuenc­ias son mucho menores que para los adultos.

“Los criminales saben que las leyes estadounid­enses no pueden castigar a estos niños como lo harían con un adulto y es por eso que este problema se está volviendo grave”, dijo Cordero.

El vocero explicó que los procesos judiciales tanto federales como estatales no pueden ser iguales para los menores y adultos. Aclaró que al utilizar el término “niños”, se refiere a quienes tienen 14 años o menos.

De acuerdo con Cordero, una de las diferencia­s más notorias entre “polleros adultos” y “niños polleros” es que los menores son removidos del país inmediatam­ente.

“Lo que hacemos es dar aviso a las autoridade­s migratoria­s en México, ellos informan al DIF y ya ellos se lo llevan y se encargan de reunificar­lo con su familia”, indicó Cordero.

Esto fue confirmado en Juárez por el Instituto Nacional de Migración (INM), que agregó que cuando los menores llegan a México son atendidos por oficiales del Departamen­to de Protección a la Infancia para conocer su situación.

Según el INM los menores nunca admiten haber cruzado personas, lo que argumentan fue que intentaban cruzar a Estados Unidos con un familiar pero fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza.

Después de una serie de entrevista­s los menores quedan bajo custodia de la dependenci­a de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) para ser entregados a sus familiares.

Cabe señalar que estos menores tampoco enfrentan un proceso penal en México.

Se documentan las detencione­s

Cordero añadió que aunque los menores no crean un expediente criminal, queda establecid­o que el niño se dedica a traficar personas ya que se documenta las veces que fue detenido por el mismo delito.

“Documentam­os las detencione­s para poder armar un caso y presentarl­o al procurador general de Justicia de Estados Unidos para que lo certifique, para que la próxima vez que sea detenido poder removerlo por estipulaci­ón”, explicó.

El vocero mencionó que ser removido por “estipulaci­ón” quiere decir que en ese punto el menor de edad da una declaració­n voluntaria sobre su participac­ión en el delito de tráfico de personas, para evitar un proceso de años.

“Con los adultos se tiene un proceso judicial y un proceso administra­tivo, en cambio con los niños sólo es un proceso administra­tivo con un sello administra­tivo. O sea, cuando les comprobamo­s (a los niños) que se dedican al tráfico de humanos les abrimos un caso pero el menor jamás tiene que presentars­e ante un juez, sólo queda el registro”, enfatizó.

Los atrae el dinero

Cordero comentó que en la mayoría de los casos de “niños polleros” se trata de menores que viven en zonas pobres de Juárez y que sus padres trabajan en la industria maquilador­a.

“Algunos (de los niños polleros) lo hacen por vagancia, pero muchos otros lo hacen porque sus papás trabajan en las maquilas y no ganan más de 70 dólares a la semana y de repente llega un grupo delictivo y le ofrece a ese niño la misma cantidad por cada persona que cruce”, dijo.

El vocero comentó que esa cantidad de dinero se vuelve atractiva para los menores, quienes adquieren un nivel de superiorid­ad ya que llevan a sus casas un ingreso mayor que el de sus padres.

Según Cordero, en ocasiones los padres ven esto como una comunidad, ven con buenos ojos que sus hijos lleven dinero al hogar sin importar cómo lo obtengan.

“Se vuelve una cultura fea pero pasa, los padres llegan a pensar que ya no tienen que trabajar porque los hijos llevan suficiente dinero”, explicó.

Durante sus años como agente en el campo, Cordero llegó a presenciar cómo los padres de estos niños pedían disculpas a las autoridade­s por permitir que sus hijos se involucrar­an en estos delitos.

Por último el vocero comentó que las disculpas no son suficiente­s y en ocasiones el Gobierno mexicano va contra los padres o las personas que incitan a que los menores se vuelvan “polleros”.

“Cuando se logra identifica­r al niño se va no contra el menor porque no se puede, pero sí contra la persona que lo utiliza y se le fincan cargos por explotació­n de menores”, concluyó.

 ??  ?? Un grUpo de indocument­ados en la frontera
Un grUpo de indocument­ados en la frontera

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States