En jaque la región, si cancelan NAFTA
Por el intercambio comercial y manufactura transfronteriza El Paso-Ciudad Juárez sería la frontera que más se vería afectada en caso de que se anulara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), aseguraron ayer expertos en la cumbre anual Mexico’s Manufacturing Supply Chain, que se llevó a cabo en El Paso.
De acuerdo a datos del Hunt Institute de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), esta frontera se ubicó como la segunda en mayor importancia después de Laredo-Nuevo Laredo en términos comerciales.
“Los crecientes números nos están indicando la importancia de esta frontera en cuanto a intercambio comercial se refiere, pero igualmente revelan el gran impacto negativo que tendría para esta región un fracaso en las negociaciones de NAFTA”, dijo Patrick Schaefer, del Hunt Institute durante la cumbre.
El Paso es la segunda frontera estadounidense, después de Laredo, de mayor comercio con un intercambio comercial valorado en 74.7 billones de dólares. En el 2017 a través de El Paso se generaron exportaciones por más de 29 billones de dólares e importaciones por más de 45.7 billones.
Por cada 10 trabajos generados en la maquiladora en Juárez, se crean 3 en El Paso
Ese mismo año se realizaron desde Juárez exportaciones por 54 billones de dólares e importaciones por más de 48 billones.
La vecina ciudad el año pasado también se convirtió en la segunda región fronteriza de México, después de Nuevo Laredo, que registró más intercambio comercial con una valoración de 102 billones de dólares.
Actualmente en un momento de incertidumbre y cambio, el ajuste de cualquier acuerdo comercial cambiará los cimientos sobre los que operan las compañías, así como los destinos económicos de dos ciudades que están inextricablemente unidas.
“El intercambio comercial produce beneficios en la industria manufacturera en ambos lados de la frontera. Por cada diez empleos en Ciudad Juárez relacionados al intercambio comercial se generan tres en El Paso”, aseguró Roberto Coronado, de la Reserva Federal de Dallas.
NAFTA, al que Trump ha llamado “el peor acuerdo comercial de la historia”, sentó las bases del sistema económico actual en las ciudades fronterizas al permitir que las empresas estadounidenses enviaran materia prima a sus plantas maquiladoras en México para ensamblar e importar el producto terminado a los Estados Unidos, generalmente sin pagar aranceles.
De la misma manera los empleos relacionados a la maquila crecieron un 86 por ciento en los primeros cinco años después del inicio NAFTA, de acuerdo con el Banco de la Reserva Federal de Dallas. Para 1999 el desempleo en El Paso sistemáticamente se encontraba por debajo del 10 por ciento.
“En los años siguientes, la ciudad ha cerrado lentamente la brecha del desempleo y se ha mantenido en general dentro de un punto porcentual del promedio nacional”, dijo Coronado.
“La cancelación de NAFTA aniquilaría ganancias económicas y afectaría las prácticas comerciales existentes”.
Daniel Alanís, analista económico de The Boston Consulting Group –también presente en la cumbre–, dijo que en general NAFTA ha beneficiado a los Estados Unidos y que elevar los aranceles como se ha propuesto podría generar una guerra comercial y causar estragos en la cadena de suministro de fabricación.
“Imponer un arancel de importación del 35 por ciento, como Trump ha amenazado a México, sería malísimo para el crecimiento económico, para los negocios y para el empleo”, dijo Alanís.
El efecto de una guerra comercial en las comunidades estadounidenses podría ser significativo y generalizado, según una investigación del Programa de Políticas Metropolitanas de Brookings Institution.
Cerca de 6 millones de empleos en los Estados Unidos están directamente ligados a las exportaciones. Otros 6 millones están indirectamente ligados al comercio.