Videgaray y Kushner
La relación con Estados Unidos es, por mucho, la más amplia, la más diversa y la más importante que mantiene el gobierno mexicano en todo el mundo. Más de 3 mil kilómetros de frontera compartida y de intercambios que impulsan una agenda bilateral históricamente compleja. Política, economía, comercio, cultura, medio ambiente, salud, educación, energía, cooperación técnica, seguridad y migración. Una larga lista de temas que hoy pasa por dos hombres: Luis Videgaray y Jared Kushner.
El canciller y el yerno del presidente Trump se adueñaron de la relación bilateral. En su esfuerzo por destensarla, Videgaray y Kushner se apoderaron de los aspectos estratégicos de una relación que por su propio bien había aprendido a coexistir en las instituciones.
Durante los últimos 12 meses la apuesta parecía estar funcionando. El dúo reactivó la comunicación a nivel ministerial, redujo la diplomacia por Twitter y avanzó en la negociación de los temas que han irritado la interacción al más alto nivel.
En ese contexto se pactó la llamada más reciente entre Enrique Peña Nieto y Donald Trump. La idea era pulir los detalles de una reunión presidencial, alcanzando acuerdos que garantizaran que el encuentro sería políticamente provechoso para ambos. Incluso, se llegó a discutir la posibilidad de una visita oficial. Como sabemos, el desenlace fue desastroso.
Si Videgaray y Kushner pensaban que habían logrado algo en estos meses, los avances se perdieron en cuanto la relación volvió a manos del único hombre que importa en la Casa Blanca. Para Donald Trump no hay acuerdo que valga ni negociación que se mantenga hasta que él no tenga la última palabra.
Es cierto que, gracias a la cercanía entre Videgaray y Kushner, el gobierno de Peña Nieto ha gozado de un acceso sin precedente a la Casa Blanca. Nunca hemos estado más cerca del poder presidencial en Washington, pero al mismo tiempo, nunca hemos estado tan lejos del presidente. Eso no va a cambiar, menos ahora que la posición de Kushner se ha vuelto insostenible en el primer círculo presidencial.