Escasa, la participación electoral de los ‘millenials’
De más de 439 votantes registrados, solamente 2 mil 500 estaban entre los 18 y 30 años
Mientras se tabulan los sufragios de las elecciones primarias en el condado de El Paso, los resultados de las votaciones tempranas pintan una imagen apagada en cuanto a la participación de los denominados ‘millenials’.
De los 439 mil 722 votantes registrados en las elecciones tempranas, periodo que abarcó desde el 20 de febrero hasta el 2 de marzo, tan sólo participaron aproximadamente 35 mil votantes. De éste número, alrededor de 2 mil 500 eran jóvenes o millenials de 18 a 30 años de edad, en contraste a los más de 15 mil votantes mayores de los 65 años.
Esta realidad ha creado una generalización desinformada de que la gente joven no vota por simple pereza o desinterés, sin indagar en los factores que conllevan a que estos no se sientan involucrados o representados por los candidatos dentro de la contienda electoral.
“La baja participación de los votantes más jóvenes no es algo inusual. Es típico de El Paso y de la mayoría de las otras comunidades. Tampoco es algo exclusivo de la generación millenial. Durante generaciones, el voto entre los adultos jóvenes ha sido mucho más bajo que entre las personas mayores”, dijo Bob Moore, periodista y analista electoral que ha cubierto elecciones desde 1986.
Moore reconoce que las razones por la baja participación entre los jóvenes es un tema complejo con una variedad de determinantes.
“A menudo [los millenials] están ocupados comenzando carreras o familias y no pueden prestar mucha atención a la política. Además el gran número de elecciones que tenemos en este país puede ser desalentador para los votantes más nuevos”, comentó.
Pero enfatizó que una realidad muy importante es que a muchos jóvenes nunca se les piden directamente su voto. Detallando que los candidatos enfocan la mayor parte de su dinero y energía en las personas que tienen un largo historial de votación, en este caso la comunidad de 45 a votantes de más de 65 años. “Eso, por definición, excluye a las personas más jóvenes o votantes nuevos”.
El académico Richard Pineda, profesor de comunicación en UTEP y analista político, reiteró la opinión de Moore en cuanto no fijar culpa a una generación especifica de jóvenes.
“La baja participación del joven no es una tendencia nueva… Es necesario que se implementen esfuerzos para promover la votación, incluso desde antes de la educación a nivel preparatoria”, dijo Pineda, quien promueve la idea de enseñar la mecánica del voto a una temprana edad.
Dentro del análisis del académico, contempla tres factores potenciales a la baja participación de esta generación de jóvenes que no están votando.
“Primero los millenials que estaban entusiasmados con la carrera electoral de Bernie Sanders se desinflaron rápidamente después de perder contra Hillary Clinton. Segundo, hay menos instrucciones sobre cómo participar cívicamente, por lo que no están completamente al tanto de procedimientos como el registro y cómo funcionan las primarias antes de las elecciones generales”, añadió.
Y finalmente considera que el monumental uso de las redes sociales en cuanto a la propagación y difusión de material electoral está teniendo un impacto negativo en el rendimiento de los millenials, denominándolo como un ‘compromiso superficial’.
“Los millenials están usando las redes sociales para conectar y expresar su inconformidad con el sistema político, lo cual hace más probable que mantengan su enfoque en un tema por un tiempo prolongado”, afirmó Pineda.
No obstante, jóvenes reconocen la dualidad del uso de las redes sociales dentro los procesos electorales, esta arma de doble filo tiene el potencial de promover una idea y obtener respaldo comunitario, pero también puede enajenar o desalentar la participación de aquellos que se sienten ajenos al mensaje.
Joshua Dagda, de 29 años de edad, es estudiante y organizador comunitario que ha participado dentro del proceso electoral y en las elecciones para otros candidatos. Como votante y millenial informado, él busca promover los mensajes electorales de quien el siente que mejor lo representaría.
“Yo he utilizado mucho las redes sociales para promover un mensaje, mucha gente que lo compartía o le daba like o que hacia comentarios estaba interactuando con el contenido. Aun cuando no voten, están acarreando el mensaje a más gente, entre ellos los que si votan”, dijo Dagda.
En cuanto al viejo dicho de que el que no vota no se puede quejar, Dagda descarta este posición como injusta, ya que existen fuertes variaciones que separan al votante potencial con el proceso electoral.
“La gente no se siente motivada para votar porque no se siente representada, porque no siente que ve la acción que se necesita”, expuso. Proponiendo que la responsabilidad de fomentar el voto recae sobre cada uno de los candidatos, no solo dentro de sus círculos de interés, sino en la comunidad y región.