Y usted, ¿ya adelantó su reloj por el Horario de Verano?
Al acercarse la temporada cálida y los días soleados, el obligatorio reajuste de nuestros relojes continúa siendo una obligación para la mayoría del país. Pero a lo largo de los años su necesidad y actual relevancia se ha disputado.
Denominado como ‘Daylight Savings Time’ (DST) o el horario de verano, esta medida diseñada originalmente para maximizar el uso de la luz solar y la conservación de energéticos.
Este año el ajuste entrará en efecto este domingo 11 de marzo a partir de las 2 de la madrugada. Tiempo en el cual debemos adelantar nuestros relojes y efectivamente perder una hora de sueño.
Los únicos lugares dentro de los Estados Unidos que no adoptan este cambio son las regiones de Arizona, Hawái y territorios americanos como Guam, Puerto Rico y Samoa Americana, por nombrar algunos.
La practica de DST en Norteamérica data desde las primeras décadas del siglo 20, con una variedad de regiones adoptando su uso y otras negándose a seguir el cambio. No fue hasta la “Ley de Tiempo Uniforme” de 1966 que se establecieron parámetros oficiales.
El cambio más reciente a esta política ocurrió en el 2005, mediante la “Ley de Política Energética”, que extendió el lapso de DST, para que esta iniciara oficialmente el segundo domingo del mes de marzo y terminara el primer domingo del mes de noviembre. A nivel mundial, menos del 40 por ciento de los países utilizan el sistema DST.
Entre los argumentos a favor del cambio de horario se considera que con una hora adicional de sol la gente tiende a realizar más actividades al aire libre, lo cual se presta a beneficios de salud, y también tienden a realizar más compras, lo que a su vez estimula la economía.
Pero aquellos que se oponen al ajuste enfatizan que uno de los principales usos del adelanto, propuesto desde la década de los 20, es la conservación energética; la cual actualmente ya no aplica por el nivel de accesibilidad y dependencia a los dispositivos eléctricos.
Argumentando que al encender las luces una hora después, no se compara al consumo de un sistema de aire refrigerado, el consumo de aparatos electrodomésticos y demás consumidores de electricidad en un hogar.
No obstante, mientras continua este debate sobre su uso, es necesario realizar el cambio para estar en sincronía con los demás, incluyendo nuestros vecinos de la región en Ciudad Juárez, quienes también ajustaran su relojes.
Tomen en cuenta que como en cada año, los celulares y otros aparatos inteligentes ya tienden a ajustarse solos.