Declaran culpable de secuestro a mujer musulmana
Con la cabeza en alto y tomada de las manos de sus abogados, fue como ayer por la mañana una mujer musulmana de origen mexicano acusada de secuestrar a una joven de 20 años en 2017, escuchó a un jurado federal encontrarla culpable.
Norma Juárez Taha, de 36 años, enfrentaba un cargo por secuestro y otro más por posesión de un arma de fuego durante un crimen violento, de los cuales el jurado determinó que era responsable. Debido a la gravedad de los cargos, Juárez Taha pudiera pasar el resto de sus días en la cárcel.
Los siete hombres y siete mujeres que conformaban el jurado emitieron un veredicto luego de poco más de cuatro horas de deliberaciones.
El juez Frank Montalvo programó la audiencia de sentencia para el próximo 22 de mayo, ya que será él quien determine la condena de Juárez Taha.
Por los delitos en su contra, Juárez Taha enfrenta una condena de entre 5 años y cadena perpetua, explicó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Guerra de argumentos
Durante los ocho días que duró el juicio el abogado defensor Shane McMahon intentó convencer al jurado de que su clienta no había secuestrado a nadie, ya que aseguraba que la víctima le había pedido ayuda a Juárez Taha para salir del país y huir con su novio.
McMahon alegó que la víctima, quien sólo fue identificada como A.F.A., tuvo varias oportunidades para intentar huir pero no lo hizo, lo cual según el abogado demostraba que la mujer no estaba con Juárez Taha contra su voluntad.
“¿Por qué no intentó huir? Además tuvo su celular todo el tiempo, pudo haber llamado a un familiar o a la Policía si es que estaba secuestrada”, reiteraba McMahon.
El abogado aseguró que la Fiscalía no tenía pruebas suficientes de que se haya tratado de un secuestro, ya que el Gobierno sostenía que Juárez Taha le puso cinta adhesiva a A.F.A. en la boca pero jamás presentaron pruebas de ello.
“Ellos (agentes del FBI) dicen que encontraron la cinta adhesiva color gris que mi clienta usó, pero no se les ocurrió tomar foto de esa evidencia. Qué conveniente”, dijo.
Mientras que las fiscales Patricia Acosta y Shane Wagman alegaban que si se hubiera tratado de un favor, no tenía necesidad de atar a la víctima, cubrirle los ojos y drogarla.
Ya que según el testimonio de A.F.A., Juárez Taha le inyectó en una pierna una sustancia que la hizo sentirse mareada y provocó que se desmayara.
“Sentí como un piquete, pero no supe qué había pasado… poco después me sentí mareada, con ganas de vomitar y me desmayé”, contó al jurado.
Lloran abogados
Tras escuchar el veredicto, los abogados de Juárez Taha la abrazaron, en una especie de “abrazo grupal” y no pudieron evitar llorar, luego de que la mujer rompiera en llanto minutos después de escuchar el veredicto.
El abogado Alex Méndez tomaba a Juárez Taha de las manos y trataba de consolarla mientras que McMahon se alejaba y con lágrimas veía a su clienta de lejos.
Al salir de la Corte, McMahon y su grupo de abogados se negaron a emitir comentarios, argumentando que era demasiado pronto para decir algo.
“No quiero decir nada aún, es muy rápido”, indicó McMahon notablemente consternado.
Al igual que la defensa, la Fiscalía se negó a dar declaraciones y abandonaron inmediatamente el edificio de la Corte federal la mañana de ayer.
El secuestro
Los hechos ocurrieron la madrugada del 13 de febrero de 2017, cuando la “hermana Norma” –como la víctima conocía a Juárez Taha– entró a su habitación y la sacó a la fuerza diciéndole que su familia estaba en peligro de ser deportada.
Juárez Taha llevó a A.F.A. a una vivienda en el Este de El Paso, que resultó ser la casa de la madre de la musulmana. Una vez en el lugar, la víctima se dio cuenta que la mujer tenía consigo un arma de fuego.
Momentos después, Juárez Taha subió a la víctima a una camioneta pickup propiedad de su madre y le inyectó una mezcla de relajantes musculares.
Luego de que la víctima se desmayara por los relajantes, Juárez Taha y su madre la llevaron a una casa en Ciudad Juárez, donde la abandonaron.
Ese mismo día, alrededor de las 10:30 de la noche, dos de los residentes de la vivienda se dieron cuenta que algo estaba mal y llevaron a A.F.A al puente Paso del Norte para que volviera a casa.
A.F.A fue trasladada a un hospital en El Paso, donde se confirmó que había una sustancia extraña en su sistema.
Las investigaciones del FBI revelaron que Juárez Taha secuestró a la víctima de 20 años ya que presuntamente traía vergüenza a su familia por su estilo de vida, por lo que tenía que irse a México o Libia.