Exigen a línea de autobuses frenar revisiones migratorias
La Unión de Libertades Civiles (ACLU) le exigió a la empresa de autobuses Greyhound que deje de cooperar con agentes fronterizos y no permita que se realicen retenes de revisión en busca de indocumentados.
"Los autobuses Greyhound se convirtieron en trampas donde los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ingresan habitualmente para interrogar, detener y arrestar ilegalmente a pasajeros", aseguró la ACLU en la correspondencia emitida el miércoles 21 de marzo.
Los agentes, con el acuerdo de Greyhound, abordan sorpresivamente los autobuses sin órdenes judiciales para interrogar a los pasajeros sobre su ciudadanía y sus planes de viaje, en muchos casos los agentes exigen insistentemente ver los documentos de un pasajero, asegura ACLU.
A través de la correspondencia, ACLU le pide a Greyhound que suspenda su política de puertas abiertas para los agentes fronterizos, quienes según la organización, violan rutinariamente los derechos constitucionales de los pasajeros según el perfil racial.
La oficina de ACLU en Texas se sumó a las filiales en California, Washington, Vermont, Nueva York, Nueva Hampshire, Michigan, Florida, Arizona y Maine, donde se han documentado incidentes de investigaciones de pasajeros de autobuses, para enviar también por separado cartas a Greyhound con la misma petición.
“Cuando los agentes federales ignoran los límites de su autoridad constitucional para abordar los autobuses e interrogar a los pasajeros sin su consentimiento todos nuestros derechos se ven amenazados”, dijo Adriana Piñón, asesora política y abogada principal de la ACLU de Texas.
“Greyhound no está obligado a permitir que los agentes de inmigración ingresen a sus autobuses sin una orden judicial, ni debería hacerlo y es más importante que todos lo sepan y que ejerzan sus derechos cuando sean sometidos a este tipo de interrogatorios inconstitucionales”, agregó Piñón.
Lanisha Gipson, vocera de Greyhound, ayer confirmó que la compañia de autobuses recibió la correspondencia de ACLU y de sus afiliadas en varias partes del país y planean darle respuesta en los próximo días.
“Entendemos las preocupaciones de ACLU y de nuestros clientes con respecto a este asunto. Sin embargo se requiere que Greyhound cumpla con la ley. Somos conscientes de que los controles de transporte de rutina no sólo afectan nuestras operaciones, sino también la experiencia de viaje de nuestros clientes y continuaremos haciendo todo lo legalmente posible para minimizar cualquier experiencia negativa”, dijo Gipson.
Igualmente se informó que Greyhound ha abierto un diálogo con la Patrulla Fronteriza para ver si se puede hacer algo para equilibrar la aplicación de la ley federal con la dignidad y la privacidad de sus clientes.
Roger Maier, portavoz de CBP sector El Paso, explicó que durante décadas la Patrulla Fronteriza ha estado ejecutando acciones coercitivas fuera de la frontera en apoyo directo a esfuerzos para evitar que organizaciones delictivas o individuos exploten la infraestructura del transporte público y privado dentro del país.
“Estas operaciones por parte de la Patrulla Fronteriza sirven como un componente vital de los esfuerzos para mantener la seguridad nacional”, dijo Maier en comunicado.
Aunque la mayoría del trabajo de la Patrulla Fronteriza se lleva a cabo en el área fronteriza inmediata, los agentes tienen amplias autoridades policiales y no están limitados a una geografía específica dentro del país especificó CBP. Juliana Henao/El Diario de El Paso)