Peregrinan más de 6 mil personas a lo alto del cerro de Cristo Rey
Entre rezos, cantos y solemnes procesiones de fe por la conmemoración del Viernes Santo más de seis mil 500 católicos subieron hasta la cima del cerro de Cristo Rey desde las primeras horas de ayer.
La tradicional caminata atrae durante la celebración de la semana mayor a feligreses cristianos de los estados de Nuevo México, Texas y Arizona.
“El Monte de Cristo Rey es un lugar de peregrinación, de oración ferviente, de conversión, de reconciliación, de búsqueda de la verdad y acogida de la gracia, por eso es que tantas personas deciden reunirse para llegar a esa imponente cruz”, explicó el sacerdote Martín Mejía quien lleva subiendo el cerro en Viernes Santo desde hace doce años.
“A él, a Cristo le pedimos de frente que reine en nuestros corazones haciéndolos puros, dóciles, esperanzados y valientes en la propia humildad”, agregó.
Aunque algunas autoridades eclesiásticas y feligreses llegaron desde las cuatro de la mañana del viernes, la procesión oficial hacia la cima de la montaña comenzó a las seis de la mañana.
Muchos de los que subieron la montaña lo hicieron con ayuda de bastones o con cruces y santos a cuestas, y otros más realizaron la travesía descalzos a modo de penitencia.
En una de las estaciones, una persona hincada comenzó a rezar y tras varios minutos junto a otros dos acompañantes sacaron instrumentos musicales y empezaron a cantar diversas alabanzas.
Jesús García, quien año con año sube el cerro a manera de rendir un pequeño sacrificio a Cristo, fue uno de esos cantantes. García asegura que sube dos veces al año a pesar de que debe hacerlo con ayuda de mucha paciencia, un bastón y el apoyo de un acompañante puesto que por su avanzada edad sus piernas se han debilitado y caminan despacio.
“Subir y llegar a Cristo Rey representa una manera de agradecer y sentir por lo que pasó Cristo. Esta es sólo una pequeña forma de agradecerle todo lo que ha hecho por nosotros”, dijo el feligrés, quien aseguró que puede tardar hasta siete horas en llegar a la cima. Se calcula que una persona sin limitaciones físicas tarde un promedio de dos horas en llegar hasta la estatua del Cristo.
Muchos peregrinos trajeron su comida y acamparon a través del camino por algunas horas, llevaron sus mascotas y disfrutaron de un día soleado.
También dijeron presente los vendedores ambulantes que se encargaron de comercializar desde rosarios y relojes con la imagen de la Virgen María, hasta jugos, frutas y otros antojitos.
“La peregrinación de ayer se llevó a cabo sin contratiempos. No se presentaron arrestos u altercados. Contabilizamos la presencia de más de seis mil 500 personas y declaramos la jornada como una muy exitosa”, dijo Rubén Escandón Jr. del Comité de Restauración de Cristo Rey.
De subida entre senderos en forma de zigzag se puede admirar un inmenso y precioso paisaje hacia Anapra, la Sierra de Ciudad Juárez en territorio mexicano, el área de Sunland Park en Nuevo México y el área El Paso.
La cruz de la montaña de Cristo Rey fue un sueño del padre Lourdes Costa, quien estuvo viviendo en el entonces pueblo minero. Con el tiempo convenció a la Diócesis para construirla en la cima de la montaña.
La cruz fue inaugurada oficialmente el 29 de octubre de 1939. En la estatua de Jesucristo que forma parte de la cruz éste aparece con los brazos extendidos, sin clavar, como para dar la bienvenida a todos los peregrinos a mil 394 metros de altura.