Mantienen vecinos lucha para evitar desaparición de barrio ‘Duranguito’
Dos de sus líderes acuden a UTEP a ofrecer plática sobre la preservación de memoria histórica
Ya han pasado más de 200 días desde que una máquina de la compañía ‘JMR Demolition’ golpeara cinco edificios en el barrio Duranguito, y residentes, así como defensores del vecindario continúan con el plantón permanente en la calle con el objetivo de salvaguardar la integridad de esta comunidad.
Desde el comienzo del movimiento por defender este vecindario, han sido las ‘doñas de Duranguito’, Antonia “Toñita” Morales, de 89 años, y Romelia Mendoza, de 64, quienes han encabezado, al resto de la comunidad para luchar para que no se borre su historia cultural a cambio de promesas de progreso.
Morales y Mendoza, ambas residentes de Duranguito en el área de la calle Chihuahua, fueron invitadas a brindar una plática dentro de la Conferencia del Mes de la Historia de la Mujer en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), que se tituló: “Duranguito: Mujeres y la preservación de la memoria histórica”.
“Para nosotros esta lucha ha sido muy dura, después de tanto trabajo, aquí seguimos porque parece que la Ciudad no quita el dedo del renglón de que nos quiere tirar nuestra comunidad”, dijo Morales, quien habita una de las viviendas que se encuentra dentro de la zona contemplada para la construcción de la arena en donde se busca invertir 180 millones de dólares.
Morales ha vivido en esta propiedad por más de 40 años, la cual comenzó a pagar desde que tenía 24 años de edad, época en la que tuvo que trabajar arduamente para contar con un patrimonio propio.
“Para los ricos un hogar como el mío tal vez no vale nada, pero para mi sí y no la quiero vender, por eso la lucha”, dice, reafirmando así el orgullo que siente por su casa y su comunidad.
Toñita, quien cumplirá nueve décadas este mes de abril, ha sido una de las integrantes más activas del grupo. Siempre presente en los principales eventos, marchas, convivios, reuniones municipales y haciendo guardia en el plantón
“La doña” tiene un legado de trabajar duro por su comunidad y no rendirse cuando las cosas se ponen difíciles. Pelea desde 1965, Toñita trabajó para limpiar su barrio desde aquel entonces, cuando ahí se vivía una realidad muy diferente a la actual.
“Encontré un barrio muy sucio, lleno drogas, maleantes y prostitución… Pero en los ochentas fuimos de las primeras comunidades que comenzamos a limpiar los callejones, patios y anduvimos casa por casa, establecimiento por establecimiento, limpiamos toda nuestra comunidad”, explicó Toñita.
Gracias a la contribución de su generación, Duranguito pudo prosperar y convertirse en hogar seguro para los jóvenes, que luego salieron del vecindario para formar sus propias vidas.
“Por eso es mi lucha, por eso estoy luchando, para que no nos tiren nuestra comunidad. Primero porque es el primer barrio de la ciudad, son nuestras raíces, nuestra historia y es lo más importante que tenemos que cuidar, es para ustedes lo jóvenes. Un día que se casen y tengan sus hijos les pueden decir cuáles son nuestras raíces”, expresó Toñita a los estudiantes de UTEP.
Para ella, la mayor injusticia continúa siendo que el Ayuntamiento de El Paso busque borrar la historia de la región a cambio de una “arenita” de juegos que no beneficia absolutamente a nadie, nomás que a los puros millonarios”.