¿QUé PODEMOS HACER?
La respuesta es unánime: dormir más. “Lo prioritario sería conocer las horas de sueño que debemos dormir, que es personal, probablemente ligado al código genético, y que debemos intentar cumplir. Un peor rendimiento físico y/o intelectual conforme avanza la semana, ligado a un exceso de horas de sueño los fines de semana nos orientarán a una carencia de horas dormidas durante la misma”, afirma Ortega. Otros consejos que según ambos especialistas pueden ayudarnos a mejorar nuestra higiene del sueño son:
• vigilia Mantener regulares. unos horarios de sueño y • No consumir alcohol, café ni bebidas excitantes por la noche. • No tomar sedantes ni estimulantes. • Disponer de unas condiciones confortables en cuanto a temperatura, humedad, colchón y almohada en la alcoba.
• No hacer deporte a partir de las 19
horas. “El sueño acontece por la noche coincidiendo con un ligero descenso de la temperatura corporal. El deporte nocturno aumenta la temperatura corporal y, por tanto, interfiere con la conciliación del sueño y disminuye el tiempo de descanso nocturno”, especifica Pareja.
• No exponerse a luz intensa por la noche
(discotecas, cines, etc.) ya que retrasa el inicio del sueño y acorta el periodo de descanso nocturno, con la consiguiente dificultad para levantarse por la mañana.