En alerta, comunidad de sirios en El Paso
Para John Hanna Sarah, residente paseño originario de Damasco, Siria, el bombardeo a instalaciones de armas químicas que los Estados Unidos y sus aliados realizaron el viernes no va a resolver el conflicto que lo mantiene en alerta constante.
Aunque separados por miles de millas, integrantes de la comunidad siria en El Paso están pendientes de la guerra civil que ha dejado más de un millón de muertos desde 2011.
“Desde antes de que estallara la guerra yo ya había pensado en la posibilidad de venir a los Estados Unidos, cuando todo comenzó las cosas se apresuraron, me casé con mi prometida y ahora tenemos una niña que es ciudadana estadounidense, aunque siempre estamos pendientes de lo que pasa en Siria.
Hanna Sarah arribó a El Paso en el año 2013, gracias a la proyección que había hecho de su carrera profesional, y actualmente es jefe de finanzas interino de Housing Authority de El Paso.
“Para nosotros es difícil asimilar que nuestro país de origen es atacado por nuestro actual país, pero del mismo modo sabemos que el conflicto actual es muy complicado y que un ataque de misiles no va a resolver algo tan intrincado”, afirmó Hanna Sarah.
Viven pendientes del impacto de conflicto bélico en sus familias
Según el entrevistado, el conflicto actual tiene varias ramificaciones que hacen muy poco probable que la solución salga de una ofensiva bélica.
“Este conflicto tiene varias capas, ya que a nivel local la disputa étnica es muy añeja, a nivel de casas de poder los iraníes y los sauditas disputan el poder del país, y a nivel internacional Rusia y Occidente tienen opiniones encontradas y ya estamos viendo las consecuencias”, sostuvo.
“Lo que pasa es que las noticias son manejadas de tal forma que pareciera que siempre hay tipos buenos y tipos malos en este conflicto, pero en realidad no los hay”, dijo Hanna Sarah, quien profesa la fe cristiana ortodoxa.
“Cuando alguien decide que una guerra es la solución a los problemas que enfrenta, quiere decir que ha renunciado a cualquier forma humana de solución; no hay buenos y malos en las guerras, y eso lo he visto yo en mi país, donde los horrores de la guerra se han repetido… yo los viví y es por ello que me duele la forma en que se están presentando las cosas”, sostuvo.
“Vivir en El Paso y ayudar a que la gente tenga dónde vivir nos hace mucho bien, ya que quizá no pueda ayudar a la gente de Siria, pero sí estoy pendiente de lo que pasa y de la familia de mi esposa que sigue allá”, afirmó.