Condicionan impartición de curso de estudios mexicoamericanos
Determina consejo texano que la materia deberá cambiar nombre
Austin— Los defensores en Texas a favor de las clases de estudios mexicoamericanos obtuvieron una amarga victoria el miércoles, al conseguir la aprobación para seguir adelante con la clase que ellos querían, pero tuvieron que cambiarle el nombre.
El consejo había estado debatiendo por más de cuatro años sobre cómo, y si deberían ofrecer a los maestros materiales y guías para enseñar la clase de estudios mexicoamericanos. En una votación preliminar, el Consejo Estatal de Educación votó casi de manera unánime para crear los estándares curriculares para la clase electiva. Pero ahora se llamará “Estudios Étnicos: Una Semblanza de los Estadounidenses de Descendencia Mexicana”.
Una votación final en torno a dicho asunto está programada para el viernes.
La clase se basará en un innovador curso que el Distrito Escolar Independiente de Houston consiguió aprobar para ofrecerlo en el 2015. El personal de la Agencia de Educación de Texas hará los cambios necesarios a dicho set de estándares curriculares y luego lo volverá a presentar para las dos primeras audiencias públicas y votaciones en junio.
Lawrence Allen, un demócrata de Houston, fue el único miembro que votó en contra del nuevo nombre del curso, expresando su apoyo a los estudios mexicoamericanos, pero criticó el nuevo nombre.
Dando comienzo a un feroz debate con los demócratas en el consejo, el republicano de Beaumont, David Bradley, propuso el nuevo nombre para el curso. Cuando se le preguntó por qué no quería dejar el nombre de “estudios mexicoamericanos”, dijo: “no me suscribo a un americanismo compuesto… creo que los americanismos compuestos son divisorios”.
“Para alguien que se identifica como mexicoamericano, su experiencia es muy distinta a mi experiencia”, respondió la demócrata de San Antonio, Marisa Pérez-Díaz. “Le estoy pidiendo que sea inclusivo”, agregó.
La mayoría de los demócratas, a excepción de la demócrata de El Paso, Georgina Pérez, votaron en contra de la propuesta de Bradley. Pero fueron superados en número. Afuera de la sala donde se llevó a cabo la audiencia para discutir su estrategia tras la votación, los profesores y maestros de Texas criticaron a Pérez por votar a favor de cambiarle el nombre a la clase de estudios mexicoamericanos y comenzaron a pensar en otras opciones a futuro.
“Podemos cambiarle el nombre en la fase de los comentarios del público si la suficiente cantidad de ustedes se presentan”, dijo el demócrata de Brownsville, Rubén Cortez, quien representa al Distrito 2 en el consejo y quien durante años ha estado al frente de la batalla por el curso de estudios mexicoamericanos.
De las 38 personas que se apuntaron para rendir testimonio en torno al asunto, 37 señalaron que estaban a favor de aprobar el curso. (La única persona que se apuntó en oposición fue el miembro del consejo del Distrito Escolar Independiente de Friendswood, Matt Robinson, quien muy probablemente reemplazará a Bradley en enero. Él no habló el miércoles.)
Incluso antes de la votación, los maestros de Texas ya podían ofrecer la clase de estudios mexicoamericanos como una electiva de estudios sociales, pero habían realizado trabajo adicional para conformar la estructura del curso y para elegir los libros de texto. Eso dejó a los distritos escolares más pequeños teniendo que enfrentar una tarea muy difícil para ponerse al corriente y poder empezar a ofrecer la clase.
Con una somera guía centralizada en torno a lo que se debe enseñar en la clase de estudios mexicoamericanos, los distritos ofrecen actualmente una variedad de versiones del curso.
Los maestros que ya ofrecen alguna versión de la clase de estudios mexicoamericanos compartieron reseñas muy positivas de sus estudiantes, quienes hablaron sobre sentirse muy emocionados de verse ellos mismos reflejados en su mismo trabajo escolar. También le pidieron al consejo que aprobara un set de estándares centralizados sobre cómo enseñar el curso, para que puedan pasar más tiempo enseñando en lugar de planeando.
“Los estudiantes tenemos una mayor libertad cuando aprendemos sobre nuestra cultura”, dijo Damián Mota, un estudiante de séptimo grado de la Academia KIPP Camino en San Antonio. “Si ustedes entran a nuestro salón, no van a ver un salón de clases tradicional. Somos estudiantes muy apasionados que sabemos cómo respaldar lo que exponemos”.
Los maestros y profesores que rindieron testimonio hicieron referencia a investigaciones que muestran que aquellos estudiantes que aprenden sobre la historia de sus culturas tienen un mejor desempeño académico.
“No estamos proponiendo un suplemento a lo que ya se está haciendo”, dijo el profesor de la Universidad de Texas en Austin, Emilio Zamora. “Las investigaciones demuestran que los estudios mexicoamericanos… mejoran el desempeño académico”.
En la primera audiencia pública del consejo en torno al asunto en enero, algunos miembros republicanos del consejo se opusieron a la idea de una clase oficial. El miembro del consejo, Marty Rowley, un republicano de Amarillo, dijo en enero que el curso de estudios mexicoamericanos podría excluir a otros al no enfocarse en las contribuciones que “otros hispanos han hecho a la historia de Texas o a la historia de Estados Unidos”.
En el 2014, el consejo rechazó una propuesta para crear una clase oficial de estudios mexicoamericanos, cuando algunos de los miembros argumentaron que al crear una clase separada sería una acción racialmente divisoria. En lugar de ello, los miembros del consejo votaron a favor de poner los estudios étnicos, incluyendo los estudios mexicoamericanos, afroamericanos, asiático-americanos y nativo-americanos, en una lista de libros de texto de estudios sociales que les pedirían a las editoriales desarrollar para las escuelas de Texas.