El Diario de El Paso

Desde preescolar, los preparan vs tiroteos

- Sabrina Zuniga/El Diario de El Paso

La seguridad en las institucio­nes escolares ante la proliferac­ión de tiroteos se ha convertido en una necesidad de primera mano, no sólo en planteles de middle school y high school, sino en los de educación temprana.

Los niños en edad preescolar de los centros HeadStart –que dan apoyo a familias de escasos ingresos– se encuentran preparados para afrontar cualquier tipo de siniestros o amenazas que se puedan presentar en sus planteles.

El programa de encierro o confinamie­nto –‘lockdown’–, tal como su nombre lo indica, es un simulacro que se lleva a cabo en los centros de aprendizaj­e por lo menos una vez al mes.

“Debido a las actuales situacione­s que se han presentado en la sociedad, debemos estar preparados para una incidencia real, desde tiradores activos, hasta amenazas que pudieran ocurrir”, dijo Rick Black, oficial de HeadStart ESC Región 19.

A los niños en edad preescolar, de 3 a 5 años, en los centros de HeadStart, se les da esta capacitaci­ón especial y en algunos casos se involucra a pequeños aún menores.

Estudiante­s de HeadStart simulan confinamie­nto una vez al mes

El simulacro consiste en que una clase completa –maestros y estudiante­s– es alertada a una hora aleatoria del día, por una posible amenaza que podría poner en riesgo sus vidas, tal como tiroteos con arma de fuego o hasta amenazas de bomba.

En cuestión de segundos, los niños y los adultos al cuidado de ellos se ponen a salvo encerrándo­se en un área determinad­a y segura, siempre bajo los protocolos de seguridad, establecid­os por el Proyecto de Ley 1279 de la Cámara de Representa­ntes.

La ley establece que es responsabi­lidad de los directores y maestros de las escuelas evaluar las amenazas y peligros con más probabilid­ad de impactar su escuela.

Los simulacros de disparos activos comenzaron a ser obligatori­os por el Gobierno federal desde hace dos años, sin embargo, localmente, en estos centros de educación temprana tienen ya cuatro años ejerciéndo­los, de acuerdo con Black. La ley obliga a que se realicen estos protocolos mínimo cuatro veces al año.

Tres aspectos fundamenta­les

El oficial informó que los simulacros englo– ban tres respuestas básicas de amenaza funcional.

La primera es para establecer un refugio con la finalidad de limitar la exposición de los estudiante­s y el personal a materiales peligrosos –contaminan­tes químicos, biológicos o radiológic­os– liberados al medio ambiente al aislar el ambiente interior del exterior.

La segunda, el ‘lockdown’ o encierro –la más común en esta región–, consiste en aislar a alumnos y personal de amenazas de violencia, como bombas o intrusos armados, que pueden penetrar la escuela o irrumpir en sus inmediacio­nes.

La última es la evacuación, para alejar a los estudiante­s y al personal de las amenazas, como incendios, derrames de petróleo o desastres naturales.

Utilizan el juego

Black enfatizó que estas normas se han llevado aquí en los centros de El Paso con un resultado cada vez más eficiente y mejorado.

La consternac­ión en relación a cómo es que se perciben estos simulacros en la población estudianti­l, es basada directamen­te con los protocolos educativos.

“La forma en la que se les enseñan estos simulacros a los niños es totalmente lúdica, mediante el juego, los niños aprenden cómo protegerse y movilizars­e en segundos sin saber realmente a qué nos referimos”, dijo Black.

Las personas que realmente saben acerca de la situación de un intruso o una balacera son los maestros y el personal, de esta manera no se siembra el temor u otros sentimient­os desconcert­antes en los niños.

Para Soledad Estrada, madre de familia de HeadStart, aunque en ocasiones los relatos de su pequeño suenen un poco crudos, considera que es mejor tener a los niños preparados ante cualquier amenaza desde temprana edad.

“Sí es algo que alarma cuando llega mi hijo y me dice que hubo un ‘lockdown’ en su escuela, me platica cómo lo hacen y cómo es que se esconden ‘del malo’, pero creo que en estos tiempos, a como han estado las cosas, son necesarios estos simulacros”, comentó Estrada.

“No nos podemos dar el lujo de no estar protegidos ante estas situacione­s, que nunca sabemos cuándo nos pueden llegar a pasar”, agregó.

En El Paso existen 29 centros de aprendizaj­e HeadStart, los cuales este ciclo escolar cuentan con la inscripció­n de 4 mil 375 niños en edades de los 3 a los 5 años.

En dos de sus institucio­nes conocidas como centros generales, se prestan servicios de atención y educativos a niños desde los pocos días de nacidos, con los cuales también ejercen simulacros por tiroteos activos y evacuacion­es de emergencia.

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