Reciben beca 3 estudiantes de Arqueología de NMSU
Tres estudiantes del Departamento de Antropología de la Universidad del Estado de Nuevo México recibieron recientemente una beca que abarca el costo de la colegiatura y cuotas, así como también, libros para el salón de clases y cursos de campo.
Esmeralda Ferrales, Kayla Brown y Melissa Pérez recibieron la Beca Cheryl L. Wase 2018 de la Sociedad de Arqueología Americana.
Ferrales y Brown ya habían recibido anteriormente la beca, en el 2017 y 2016 respectivamente.
La Beca Memorial Wase es otorgada a través de una competencia entre las estudiantes que son residentes de Nuevo México y que están estudiando una Licenciatura en Antropología, enfocándose en la Arqueología, en una universidad de Nuevo México que esté totalmente acreditada.
“Esta beca me permite seguir tomando la misma cantidad de clases que necesito para graduarme a tiempo”, comentó Ferrales.
Después de obtener la Licenciatura, Ferrales desea asistir a la Universidad de Chicago para obtener su Doctorado y trabajar allí como maestra, especializándose en la cultura y arqueología boliviana, que es lo que más le interesa estudiar.
“Eventualmente, deseo viajar a La Paz, Bolivia, y estudiar a los Aymara”, dijo Ferrales.
Pérez tiene ambiciones similares. Su beca asciende a 15 mil 920 dólares para los dos próximos semestres.
“El verano pasado asistí a una escuela de campo en Arqueología Medieval en Inglaterra”, dijo. “Eso me sacó de mi zona de confort, ya que realmente quería experimentar cómo era la Arqueología en otras partes del mundo”.
Como parte del Proyecto de Investigación Bamburgh, Pérez estuvo en Inglaterra durante más de un mes, trabajando en el Castillo Bamburgh, situado en Northumberland.
“Ya que aspiro a ser una arqueóloga y conservacionista, quiero preservar la herencia cultural de las futuras generaciones”, comentó. “Quiero convertirme en una conservadora de colecciones arqueológicas e influenciar a los estudiantes de la minorías para que entren en ese campo”.
La Beca Cheryl L. Wase lleva ese nombre a manera de homenaje a la arqueóloga de Nuevo México que murió en el 2004 a la edad de 53 años.
Su familia financia la beca, que es otorgada a las mujeres que aspiran a ser arqueólogas en la Universidad del Este de Nuevo México, la Universidad del Estado de Nuevo México y la Universidad de Nuevo México.