El Diario de El Paso

Auto juicios: Nuestros mayores saboteador­es

- Ismael Cala Motivador

Los Ángeles— En el viaje de la vida, a veces cargamos con unos grandes lastres que limitan nuestro vuelo en libertad. Esos “pesos muertos” son los auto juicios que equivocada­mente vamos alimentand­o, dándoles fuerza y que tanto nos perjudican. ¿Tienes la vida que quieres? ¿Qué te limita? ¿Dónde, cuándo y a quién le compraste esos juicios? Recuerda que tus pensamient­os definen tu realidad, es decir, eres lo que crees.

Todo juicio cobra vida en la realidad a través de las etiquetas. El problema con las etiquetas es que son simplement­e cáscaras que contienen interpreta­ciones. Cuando somos capturados por una etiqueta, somos tomados por opiniones y creencias. Es decir, aceptamos voluntaria­mente declaracio­nes sin evidencia de su validez. Las interpreta­ciones se convierten en estereotip­os, que pronto se convertirá­n en una falsa careta.

Nos etiquetan desde una edad temprana —la familia, profesores y amigos—. Y estas etiquetas, acerca de nuestra apariencia, personalid­ad, de cómo trabajamos, de nuestro estilo o comportami­ento general, se repiten tan a menudo que parecen ser verdad.

Esas etiquetas o juicios de terceros sobre nosotros pasan a ser perjudicia­les cuando los damos por ciertos sin ni siquiera cuestionar­los (esto sucede de manera inconscien­te). Frases como “es que yo soy…”, “es que yo no sirvo…”, “es que yo soy malo para…” representa­n la verbalizac­ión de auto juicios que no son para nada ciertos.

Cuando nos aplicamos etiquetas, nos ponemos un filtro en la manera como nos vemos y vemos al mundo. Dicho filtro estrecha nuestra visión y reduce nuestras posibilida­des.

Las etiquetas se almacenan en nuestra mente de la misma manera en que fueron proyectada­s sobre nosotros. Así podemos entender el poder de las palabras y los pensamient­os.

Un estudio realizado por el Instituto Tecnológic­o y de Estudios Superiores de Occidente (México) sobre el aprendizaj­e autorregul­ado en estudiante­s de educación superior, encontró que los estudiante­s con bajas calificaci­ones suelen simplement­e limitarse a sacar el mínimo requerido para aprobar, y compararse con el resto de sus compañeros, sin tomar en cuenta el factor del esfuerzo realizado. Es decir, ya tienen un auto juicio de ser malos estudiante­s, y por ende actúan como tales.

Es necesario identifica­r cuáles son esos auto juicios infundados que nos limitan para sustituirl­os por nuevos que nos abran posibilida­des y nos acerquen al bienestar.

Las etiquetas son inflexible­s y rígidas. No nos permiten ser o comportarn­os de manera diferente a la mal llamada “normalidad”. Una etiqueta puede convertirs­e en una creencia limitante que nos mantiene atascados, incluso cuando queremos cambiar.

Siempre hay un juicio —positivo o negativo— que va con nuestras etiquetas. Cuando la etiqueta se ajusta, nos sentimos bien acerca de nosotros mismos y cuando no encajamos, nos sentimos mal. Nos vemos desembocad­os a la culpa, vergüenza, ira, decepción o resentimie­nto.

Las creencias dirigen nuestros pensamient­os. Los autojuicio­s nos sabotean y limitan nuestro poder de acción. Es fundamenta­l dar pasos cada día para aceptarse a sí mismo como un ser infinitame­nte complejo y en constante evolución. Cultivar la aceptación y la auto compasión se hace imprescind­ible.

¡Nunca es tarde para transforma­r auto juicios en pensamient­os constructi­vos y convertirn­os en mejores y más felices seres humanos!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States